A fines de abril pasado la soja cotizaba en Brasil levemente por encima de los US$ 310 / tonelada (precio de exportación); desde entonces el precio de la oleaginosa ha mostrado un recorrido alcista interesante, llegando a US$ 353 hacia fines de junio (+ del 10% en dos meses). Los precios actuales son similares a los que prevalecían en 2019 para la misma fecha, pero con la diferencia no menor que este año la economía global atraviesa la crisis más importante de las últimas décadas, sostiene el informe de la Fundación Mediterránea, del IERAL.
El principal factor que explica la recuperación de los precios es la firmeza de la demanda China. En lo que va del ciclo comercial actual, el gigante ha comprado un 16% más de soja (volúmenes) que en el ciclo previo. La buena noticia es doble, las compras de los últimos meses se mantienen por encima de las del año pasado y además consolidan un cambio de tendencia, que había empezado a manifestarse hacia fines del 2019
No hay garantías que los precios actuales prevalecerán en los próximos meses, es decir, que no pueda haber una reversión en las cotizaciones, pero se cuenta con elementos para albergar expectativas optimistas; Brasil, el gran proveedor hoy global, luego de un gran arranque de año, está entrando en la fase declinante de sus exportaciones y China seguirá, con mayor probabilidad, traccionando y levantando sus compras. Para Argentina, que cuenta todavía con un volumen importante de soja sin comercializar de la última cosecha (recientemente finalizada), capitalizar mejores precios de exportación puede significar una inyección adicional (y muy necesaria) de ingresos en el actual contexto de crisis.
En términos reales, la recaudación de impuestos asociados al mercado interno cayó 22,5 % interanual en el segundo trimestre, vs una merma de 5,6 % en el primero
En junio, el consolidado de estos tributos subió en términos nominales un 13,8% con respecto a igual mes de 2019, lo que implica una caída en términos reales de 19,7%.
Los ingresos nacionales, que comprenden a los impuestos destinados a la Administración
Nacional y al Sistema de Seguridad Social, registraron en junio un aumento en términos
nominales de 21% con respecto a igual mes de 2019.
Por su parte, los ingresos coparticipados a provincias registraron en junio una variación
interanual de 25% en términos nominales, mostrando cierta recuperación respecto a abril
(9,0%) y mayo (15,0%).
Por la pandemia, se frena la salida de divisas por motivo turismo, pero sube la
demanda de “dólar ahorro” y subsiste el magro resultado de caja del comercio exterior
Durante Abril y Mayo las reservas internacionales disminuyeron US$486 millones promedio por mes, finalizando Mayo con un stock de US$42.588 millones.
Las operaciones de la cuenta capital y financiera registraron un saldo negativo de US$323
millones en el promedio de Abril y Mayo, en el balance base caja del Central.
El ítem servicios registró un déficit de US$50 millones promedio en el bimestre, cuando el año pasado el rojo había sido de US$534 millones/mes.
La cuenta bienes registró un saldo positivo de US$304 millones en el promedio de Abril y Mayo, bastante por debajo de los US$2.277 millones registrados en igual período del año pasado.
El dato regional de la semana: Asimetrías provinciales en términos de actividad laboral y desocupación preexistentes al Coronavirus
Los indicadores de desempleo y actividad relevados por INDEC para el primer trimestre de
2020 (10,4% y 47,1% respectivamente), dan cuenta de la fragilidad con la que mercado
laboral argentino llegó al momento de la pandemia.
El incremento del desempleo en distintas partes del mundo es una señal de alarma para la
Argentina. Provincias como Tucumán, Tierra del Fuego, Buenos Aires y Santa Fe, podrían ser las más sensibles en términos de la suba del desempleo.
En aglomerados urbanos, lo más preocupante es lo que ocurra en los partidos del GBA, que
llegaron a esta instancia con un 12,4% de desocupación, dos puntos porcentuales por encima del promedio nacional.