¿El motivo? El precio de cada producto se duplica. Se suman, mensualmente, 100 euros. Si la media de vida de una persona en España son 83 años, se estima que 110.500 euros es el dinero que se gasta de más en productos de alimentación básicos.
¿Cómo pueden ayudar los transgénicos a más de medio millón de españoles?
La celiaquía es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por la intolerancia permanente al gluten. Los celiacos deben eliminar cualquier alimento que contenga gluten de su dieta pero, ¿qué es el gluten? Es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales, como el trigo, la cebada, la avena o el centeno.
El número de personas celiacas en España ronda el 1%, más de medio millón de personas, y esta cifra aumenta en un 15% cada año, estimándose que 1 de cada 100 recién nacidos va a padecer esta enfermedad. Además hay un porcentaje importante de pacientes que están sin diagnosticar, un 75%.Y un número de personas diez veces mayor que los afectados por la celiaquía que sufren de intolerancia o sensibilidad al gluten, llegando a ser un 7% de la población. Los síntomas más frecuentes que padece una persona con alergia o intolerancia al gluten son pérdida de peso y apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea o distensión abdominal, entre otros.
Ante este panorama, un grupo de investigadores del CSIC y las universidades de Córdoba y Sevilla, liderado por Francisco Barro, ha desarrollado un trigo transgénico sin gluten. En los últimos tres años, el grupo ha conseguido un pan sin gluten que tiene unas características muy similares al pan normal. Esto representa un gran logro, porque el sabor y la textura de los productos sin gluten son uno de los grandes obstáculos de su consumo. Hoy en día, el pan apto para celiacos es poco saludable debido a componentes que se añaden como grasas de baja calidad o azúcares simples que no ayudan a conseguir una buena alimentación.
A través de la técnica de edición de genes CRISPR se ha conseguido que el futuro de los alimentos sin gluten no se encuentre tan lejos. Aunque su trabajo aún se encuentra en fase de experimentación clínica, si el proyecto tiene éxito, los celiacos y la sociedad en general podrían beneficiarse de la aplicación de la biotecnología en un producto básico de la alimentación como es el pan.
Ante las diferentes posturas que genera hablar sobre transgénicos, la Academia Nacional de Cienciasde Estados Unidos ha asegurado, en un informe de 2016, que no se han encontrado diferencias entre los productos modificados genéticamente y los procedentes de cultivos tradicionalesque impliquen un mayor riesgo para la salud humana.