Como es sabido, la pandemia alteró el normal funcionamiento de las diferentes actividades en general, pero de la producción algodonera en particular. Vale destacar, que inicio de la cosecha se desarrolló con buenos rendimientos, calidades y precios.
Sin embargo, la crisis sanitaria no tardó en impactó negativamente en este sector. Héctor Linke, presidente de la Asociación Argentina de Productores Algodoneros detalló las consecuencias que la cuarentena viene generando en la producción.
En principio, generó una "drástica" caída de la demanda tanto a nivel mundial como en el mercado interno, lo que desencadenó una baja abrupta de los precios y la imposibilidad de vender la fibra porque las industrias textiles debieron parar.
"El presente nos encuentra corriendo con los costos de cosecha, transporte y desmote para lograr el fardo de fibra y así poder conservar la producción hasta tanto se pueda comercializar. Esta situación no puede ser afrontada por la mayoría de los productores, que debe vender su fibra a especuladores que pagan precios mínimos y no va a poder sembrar en la próxima campaña".
Otro de los problemas, es lo sucederá cuando finalice la pandemia: "Contaremos con un altísimo stock de fibra, muy superior a la demanda del mercado interno y la exportación normal de Argentina. Es por ello que creemos que el área caerá y seguramente la inversión en tecnología se verá afectada, porque la expectativa de rentabilidad es muy baja".
La solución que Linke propone tiene que ver con la recuperación de la actividad mediante el trabajo en conjunto de toda la cadena tanto pública como privada, "para hacer de la Argentina un país de alto volumen de exportación y así sostener y hasta aumentar el área, ya que los niveles de producción se van afianzando". A corto plazo, enfatiza, hay que asegurar asistencia financiera al sector y posponer pago de impuestos por un año para poder lograr una recuperación.