Por Med. Vet. Marcelo Zysman

¿Por qué los veterinarios son los profesionales con mayor tasa de suicidio?

Dialogó con Radio Campo el Médico Veterinario y columnista Marcelo Zysman, que cuenta una realidad de la que se habla poco y en qué piensan los profesionales de todo el mundo para revertirlo.

La medicina veterinaria vive una realidad de la que no se habla mucho: es la profesión con mayor tasa de suicidio, incluso en lugares con mejor estándar de vida que la Argentina. Es que, por ejemplo, Canadá, que es de hecho el que mejor nivel de vida tiene en todo el mundo, concluyó que 1 de cada 5 veterinario de ese país ha pensado en suicidarse alguna vez.

Así lo contaba en su columna en Radio Campo -por Radio Colonia- el Médico Veterinario Marcelo Zysman, que explicó que esto está muy vinculado a los factores sociales, ya que la consulta o el hecho de acudir a un veterinario es una variable de ajuste según la situación económica.

Sin embargo, a nivel mundial, se concluyó que esta realidad se relaciona con diferentes factores, pero hay uno que se nota como determinante: el bajo reconocimiento social de la profesión. “No es hora de juzgar a nadie sino de pensar responsabilidades y soluciones”, advierte el especialista.

“Lo concreto es que el veterinario tampoco hace tanto por ser reconocido, y tiene con qué. De los últimos siete premios Nobel de Medicina que se entregaron, los colaboradores más cercanos al líder que fue distinguido, son veterinarios. Es decir, existe la insulina porque existen los veterinarios, y Pasteur no hubiese podido estudiar la rabia sin uno al lado, o no comeríamos miel, huevos, carne, si no hubiese un veterinario”, aclara.

En esa línea, contó que a nivel internacional ya muchas organizaciones de profesionales se unieron para generar un soporte, consultando a profesionales de la psicología y psiquiatría, sobre todo, respecto de cómo detectar y prevenir el suicidio.

En Argentina, reveló, los veterinarios ni siquiera tienen un sindicato. Sí está colegiada la actividad, bajo la matriculación oficial que da fe de que el profesional está habilitado para ejercer, pero si un veterinario es despedido hoy de una clínica, o si tiene que hacer consultas contables y hasta legales, debe acudir al ámbito privado.

“Esa es otra de nuestras asignaturas pendientes. Lo estamos pensando y de hecho ya hubo varios intentos, pero siempre se anteponen las individualidades y los intereses político-partidarios, entonces todos chocamos y no encontramos puntos de coincidencia”, concluyó.

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