El sorgo es un cultivo que gana terreno a la hora de sembrar. Ya son muchos los productores que eligen este cereal al momento de diversificar los cultivos. Además, se trata de una gran alternativa para evitar en la siembra de maíz la chicharrita.
Además, el sorgo es una gran opción como reemplazo del maíz para la dieta nutritiva de los animales, sobre todo en las zonas más secas o en períodos de sequía.
Frente al incremento de la demanda mundial de alimentos y energía (no fósil), producidos con calidad y respeto por el medioambiente, el cultivo de sorgo es un elemento clave para en la agricultura moderna y sustentable.
Los investigadores rotulan que el sorgo toma fuerza y se expande en los sistemas productivos de la Argentina -y del NOA en particular- y reflexionan que están relacionadas con la expansión de la agricultura y la ganadería hacia zonas marginales, y con el aumento de la demanda internacional como China, como principal comprador. Esto llevó a valorar el costo del grano de sorgo, superando al del maíz en algunas oportunidades.
¿Por qué sembrar sorgo?
En este marco, el ingeniero agrónomo Carlos Simón, especialista en la materia del INTA Las Breñas, expresó que “el sorgo es un cultivo eficiente, y tiene la particularidad de que toda la planta tiene un sistema de absorción que le permite tener un consumo eficiente del agua, tan necesario para nuestra región, sobre todo en el Chaco donde las lluvias son escasas”.
“Podemos ver la estructura de las raíces que permite una mejor absorción del agua”, añadió Simón.
Y remarcó que “el sorgo tiene un mecanismo que, ante condiciones de estrés, retrasa su floración y esto hace que escape de ese temido estrés tanto hídrico como térmico, que es lo que más comúnmente tenemos en nuestra zona”.
“Esto hace que el cultivo se exponga menos a esas condiciones estresantes y por otro lado también las hojas tienen una especie de cera que hace que se resista más a la pérdida de agua”, añadió.
Y reforzó: “otro punto importante que tiene el sorgo es la alta producción de biomasa que permite entre otras cosas incorporar carbón al sistema y cuando hablamos de carbono, estamos hablando de materia orgánica, y ese rastrojo en términos relativos tiene una baja tasa de descomposición, es decir que el rastrojo queda más tiempo en el campo”.
“Yo he visto campos donde había rastrojo de maíz, y campos donde había rastrojo de sorgo, los dos bajo el mismo efecto de los vientos de nuestra zona, y vi que los rastrojos de maíz se volaron todo, pero no así los de sorgo, que quedaron en pié, y eso implica que la cobertura dura más tiempo con sorgo”, sumó.
El sorgo y los bajos costos de siembra
En este marco manifestó que “si comparas con el maíz, con una bolsa de sorgo podés hacer 2,5 hectáreas y con una bolsa de maíz, estarás haciendo 1,3 hectáreas de maíz, dependiendo obviamente de las densidades que se usen”.
“Otra ventaja que presenta el sorgo en cuanto a la genética es que hay híbridos de diferentes ciclos. Esto nos permite tener una amplia posibilidad de fecha siembra con lo cual uno puede en estos ambientes pensar en atrasar o adelantar la fecha de siembra y tratando de que no coincida con la cosecha de otros cultivos de verano”, finalizó el técnico del INTA.