Como ningún otro sector, la industria automotriz está demostrando buenos reflejos para escapar de la crisis. Las ventas en concesionarias en lo que va del año subieron 42% respecto al mismo período de 2016 y las perspectivas son más que auspiciosas. Se espera un volumen de operaciones, hasta diciembre, cercano a las 850.000 unidades, unas 100.000 menos que el récord de 2013. Un ejemplo de esta bonanza es que el primer trimestre de 2017 es uno de los cuatro mejores comienzos de año de la historia.
Este "boom" de ventas tiene explicación por las fuertes bonificaciones que aplican las terminales y una suba de precios que está por debajo de la inflación. Ayer se conoció el costo de vida de marzo que fue de 2,4%. Esto hace que la inflación acumulada de los primeros tres meses del año ronde 6,3%.
Si se toma la evolución de los precios de los modelos más vendidos o representativos de cada marca se puede observar que se incrementaron, en el mismo lapso, menos que el índice oficial. Los aumentos rondan entre 1% y 6%. Pero estos son los precios de lista. En muchos casos, con las bonificaciones, se pueden conseguir por debajo de los valores de diciembre.
Desde el punto de vista económico, el sector reaccionó con un principio básico: el de la oferta y la demanda. En el 2015, por las trabas a las importaciones y el "cepo" cambiario, escaseaban autos. Eso hizo que los precios crecieran y, si faltaba algo, abundaban los "sobreprecios" para conseguir un 0km. El giro económico del año pasado y, especialmente, el derrumbe de Brasil provocó que comenzaran a llegar en cantidad autos importados. En el país vecino había un abundante stock que se volcó al mercado argentino. En pocos meses, cambio de Gobierno mediante, se pasó de un mercado de demanda a uno de oferta, de mucha oferta.
La competencia hizo un año atrás las marcas comenzaran a aplicar fuertes descuentos que, según los modelos, llegaron a $70.000. De esta manera, lograron revertir el incipiente parate de los primeros dos meses de 2016 como consecuencia de la devaluación que realizó el flamante Gobierno de Mauricio Macri.
A este escenario, ya desde fines del año pasado y particularmente en lo que va de 2017, se sumaron otros dos factores. Por un lado, las empresas comenzaron a competir también con una agresiva oferta financiera que sumó clientes más el fortalecimientos de los sistemas de ahorro previo.
El otro punto importante es la calma del dólar que sigue perdiendo terreno. Los 0 km importados de alta gama, que se rigen por esa moneda, son cada vez más baratos en pesos lo que le pone un techo al resto del mercado.