Agricultura

Precios, indicadores y commodities en un nuevo "Panorama Agrícola Financiero Semanal"

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios Viernes 11 Viernes 4 Diferencia en % Petróleo 70,70 69,72 +1,41 Dólar/Euro 1,1943 1,1962 -0,16 Real/Dólar 3,6008 3,5240 +2,19 Peso/Dólar* 23,16 21,70 +6,73 * Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación. SOJA Tras otra semana con una fuerte devaluación...

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Viernes 11 Viernes 4 Diferencia en %
Petróleo 70,70 69,72 +1,41
Dólar/Euro 1,1943 1,1962 -0,16
Real/Dólar 3,6008 3,5240 +2,19
Peso/Dólar* 23,16 21,70 +6,73
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.
SOJA
Tras otra semana con una fuerte devaluación del peso respecto del dólar, el balance fue positivo para el valor nominal de la soja, que pasó de 6900 a 7100 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario y de 6350 a 6800 pesos para Bahía Blanca. No hubo ofertas abiertas para el puerto de Necochea. Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación (Minagro) en $ 7361, mientras que para el lunes fue fijado en $ 7490. En el cierre del segmento comercial la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 7157 pesos por tonelada.
En cambio, la tónica fue bajista para las cotizaciones de la oleaginosa en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), en línea con las pérdidas registradas en la Bolsa de Chicago. En efecto, las posiciones mayo y julio de la soja descendieron de 323 a 316 y de 327,90 a 323,30 dólares por tonelada.
Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la cosecha de soja sobre el 66,7% del área apta, con un progreso semanal de sólo el 4,9%. El clima húmedo frena la cosecha en gran parte de la región agrícola. Desde nuestro informe previo, registramos el paso de otro importante frente de tormenta, no solo por la gran extensión de su cobertura, sino por el significativo volumen de agua que descargó en poco tiempo. Estas precipitaciones demoran la cosecha, dejando más de 5,7 millones de hectáreas expuestas al impacto negativo de la prolongada humedad ambiental y de las elevadas temperaturas. Bajo este escenario, es muy probable que una vez que se reactive la cosecha y comprendamos con mayor claridad las pérdidas en producción debamos ajustar nuestra proyección nacional para la campaña en curso, que hasta ahora se mantiene en 38 millones de toneladas”.
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que de los 15,5 millones de hectáreas implantados con soja en la región pampeana queda un 40% por ser cosechado. “De esos 6,2 millones de hectáreas de soja sin cosechar hay 3 millones muy afectados", detalló el reporte. Y añadió que los más de 21 días de altísima humedad relativa y de temperaturas récord han activado la germinación de las semillas en las plantas. “Las posibilidades de desgrane, las enfermedades que se desarrollan y el brotado pueden traducirse en pérdidas de rendimiento y, por lo tanto, en nuevos recortes”, dijo la Bolsa, que mantuvo su cálculo de cosecha en 37,03 millones de toneladas.
El jueves, en su informe mensual de oferta y demanda de granos en el nivel mundial, el USDA recortó de 40 a 39 millones de toneladas el volumen de la cosecha argentina de soja y mantuvo en 4,20 millones el saldo de poroto exportable. Las exportaciones de harina fueron reducidas de 29,50 a 29 millones y las de aceite, de 4,75 a 4,68 millones. En cuanto a la lejana campaña 2018/2019 para la Argentina, el organismo proyectó el volumen de la cosecha de soja en 57 millones de toneladas.
 
Por segunda semana consecutiva, los precios de la soja cerraron en baja en la Bolsa de Chicago, donde los contratos mayo y julio perdieron un 3,16 y un 3,23%, al pasar de 377,45 a 365,51 y de 380,94 a 368,63 dólares por tonelada. De igual modo, el valor de la harina retrocedió un 2,97%, al variar de 434,75 a 421,85 dólares.
Entre los principales fundamentos bajistas para los precios de la soja se destacaron:

 

  • Las magras exportaciones semanales de los Estados Unidos, con una escasa participación de China, lo que acentúa el temor entre los operadores a que la amenaza planteada desde Pekín, de aplicar un arancel del 25% a las importaciones de soja estadounidense, finalmente se cumpla.
  • La devaluación del real frente al dólar, que mejora la competitividad de las exportaciones de poroto de soja de Brasil, en detrimento de las estadounidenses. De igual modo, la fuerte depreciación del peso frente a la devisa de los Estados Unidos mejora la posición argentina para la venta de harina y de aceite, en una campaña en la que serán mínimas las colocaciones de poroto de soja.

 

  • La buena evolución de la siembra, que, si el lunes es relevada en torno del 30%, como espera el mercado, estará en línea con el progreso vigente un año atrás.
Acerca de este último punto, el lunes el USDA relevó la siembra de soja el 15% del área, por encima del 5% de la semana pasada; del 13% vigente un año atrás, y del 13% promedio. El dato oficial superó el 14% previsto por los privados.
En cuanto al negativo informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, el jueves el USDA relevó las ventas 2017/2018 de poroto de soja en 354.300 toneladas, por debajo de las 416.300 toneladas del segmento anterior y cerca del mínimo esperado por el mercado, en un rango que fue de 300.000 a 600.000 toneladas. Las operaciones con harina fueron confirmadas por el organismo en 90.900 toneladas, por debajo de las 246.000 toneladas de la semana pasada y del rango estimado por los operadores, de 100.000 a 400.000 toneladas. Las ventas 2018/2019 de poroto de soja fueron reportadas en 278.300 toneladas, por debajo de las 469.900 toneladas del trabajo precedente, pero cerca del máximo esperado por los privados, en un rango que fue de 100.000 a 300.000 toneladas.
El esperado informe mensual del USDA sobre oferta y demanda de granos en el nivel mundial no tuvo un impacto importante sobre los precios. En su revisión sobre la campaña 2017/2018 estadounidense, la molienda, de 53,62 a 54,16 millones de toneladas, y el uso total, de 57,23 a 57,78 millones. En tanto que mantuvo sin cambios las exportaciones, en 56,20 millones. Con estas modificaciones, el stock final fue calculado en 14,43 millones, por debajo de los 14,97 millones de abril y de los 14,72 millones previstos por el mercado.
Además del recorte para la Argentina, el USDA elevó de 115 a 117 millones de toneladas el volumen de la cosecha de soja de Brasil, en tanto que sus exportaciones fueron elevadas de 73,10 a 73,30 millones. El dato productivo quedó en línea con la estimación de la Conab, que incrementó la cosecha brasileña de 114,96 a 117 millones. El viernes, Abiove elevó su cálculo de cosecha de 117,40 a 118,40 millones de toneladas y llevó las exportaciones, de 70,40 a 71,20 millones.
Para la nueva campaña 2018/2019 en los Estados Unidos, el USDA proyectó la cosecha de soja en 116,48 millones de toneladas, por debajo de los 117,68 millones previstos por el mercado y de los 119,52 millones del ciclo 2017/2018. El organismo estimó la superficie sembrada en 36,01 millones de hectáreas, por debajo de los 36,42 millones del ciclo precedente. El rinde promedio nacional fue calculado en 32,62 quintales por hectárea, contra los 33,02 quintales de la campaña anterior. Acerca de las variables comerciales, el USDA proyectó la molienda en 54,30 millones; el uso total en 57,98 millones, y las exportaciones, en 62,32 millones. Así, las existencias finales 2018/2019 fueron calculadas en 11,29 millones de toneladas, por debajo de los 14,43 millones previstos por el mercado y de los 14,56 millones de la campaña anterior.
Este último dato habría que tomarlo con muchas pinzas, dado que resulta poco creíble el incremento intercampaña del 10,9% de las exportaciones estadounidenses, sobre todo en medio de una disputa comercial con China para la que no hay soluciones a la vista.
Y, respecto de China, el USDA estimó las importaciones 2018/2019 en 103 millones de toneladas, por encima de los 97 millones del ciclo precedente. Pero el mimo día, el Ministerio de Agricultura de China indicó que, por primera vez en quince años, las compras de soja no se incrementarán y las proyectó en 95,65 millones de toneladas, por debajo de los 95,97 millones del ciclo anterior.
MAÍZ
Mayormente positivo resultó el balance de la semana para los precios del maíz argentino, en parte, también por la devaluación del peso. Fue el caso de las ofertas para la zona del Gran Rosario, que crecieron de 3950 a 4200 pesos por tonelada. Para Bahía Blanca el saldo fue neutro, dado que la propuesta quedó en 180 dólares. Para Necochea sólo hubo ofertas el lunes, por 175 dólares. Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por el Minagro en $ 4036, mientras que para el lunes fue fijado en 4094 pesosLas ofertas de los consumos relevadas por la BCBA por maíz seco se ubicaron entre 3500 y 4300 pesos por tonelada.
El saldo alcista también se reflejó en el Matba, donde los ajustes de las posiciones julio y septiembre crecieron de 182 a 183,30 y de 185 a 186,50 dólares por tonelada.
Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 33,3% de los 5,4 millones de hectáreas aptos, con un rinde medio nacional de 71,3 quintales por hectárea. “Durante la última semana, la recolección se concentró en el centro del área agrícola nacional. Nuevamente, las lluvias ralentizan las labores de cosecha, producto del aumento en la humedad de los granos y de la falta de piso en los lotes. Estas precipitaciones reponen humedad en los perfiles para la próxima siembra fina, pero demoran los trabajos sobre la soja y el maíz. Los mayores avances se dieron sobre cuadros tempranos en las ventanas de buen tiempo.
El jueves, el USDA mantuvo en 33 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2017/2018 de maíz argentino y elevó de 24 a 25 millones el saldo exportable. Para la campaña 2018/2019, el organismo proyectó la producción en 41 millones y las exportaciones, en 27 millones.
 
Fue bajista el balance semanal para los precios del maíz en la Bolsa de Chicago, donde los contratos mayo y julio perdieron un 2,26 y un 2,40%, tras pasar de 156,98 y de 153,44 y de 159,93 a 156,09 dólares por tonelada. Entre los fundamentos bajistas que condujeron las cotizaciones del cereal a la baja se destacaron:

 

  • Las magras ventas semanales estadounidenses, condicionadas por la firmeza del dólar frente al euro y por la debilidad de las monedas de Brasil y de la Argentina, dos competidores en el mercado internacional.
  • Las fuertes caídas de los precios del trigo, con quien el maíz comparte el mercado de forrajes.

 

  • Las secuelas de la “guerra comercial” entre los Estados Unidos y China, que para el maíz son los barcos cargados con sorgo que deben recalcular su destino tras alejarse de los puertos chinos tras las penalidades aplicadas por el país asiático a los cargamentos de EE.UU. hasta tanto se determine si esas importaciones no perjudican a sus propios productores.
En cuanto a los cultivos, el lunes el USDA relevó el progreso de la siembra de maíz sobre el 39% del área prevista, por encima del 17% de la semana pasada, pero por debajo del 45% vigente un año atrás y del 44% promedio de las últimas cuatro campañas. El dato oficial quedó por encima del 37% previsto en promedio por los operadores. El organismo añadió que emergió el 8% de las plantas, contra el 3% de reporte anterior; el 14% vigente un año atrás, y el 14% promedio.
En cuanto a las señaladas malas ventas semanales estadounidenses, el jueves el USDA relevó operaciones 2017/2018 por 695.600 toneladas de maíz, por debajo de las 1.019.900 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por el mercado, de 700.000 a 1.000.000 de toneladas. Los negocios 2018/2019 sumaron sólo 90.000 toneladas, por encima de las 49.300 toneladas de la semana pasada y dentro de un rango estimado por los operadores que fue de 50.000 a 300.000 toneladas.
Acerca del informe mensual de oferta y demanda de granos, el jueves el USDA no modificó ninguna de las variables comerciales del ciclo 2017/2018, por lo que las existencias finales quedaron en 55,44 millones de toneladas, levemente por encima de los 55,32 millones previstos por el mercado.
Para Sudamérica, además de la estabilidad para la Argentina, el organismo recortó de 92 a 87 millones de toneladas el volumen de la cosecha de Brasil, en tanto que su saldo exportable fue reducido de 33 a 30 millones. El mismo día, la Conab elevó de 88,62 a 89,21 millones la producción brasileña, pero mantuvo en 32 millones la previsión sobre las ventas externas.
En cuanto a la campaña 2018/2019, el USDA proyectó la cosecha de maíz de EE.UU. en 356,63 millones de toneladas, levemente por debajo de los 357,90 millones previstos en promedio por el mercado y frente a los 370,96 millones de la campaña anterior. Para llegar a dicho volumen, estimó la superficie sembrada en 35,62 millones de hectáreas, frente a los 36,42 millones del ciclo 2017/2018. El rinde promedio fue calculado en 109,21 quintales por hectárea, contra los 110,84 quintales de la campaña anterior. En cuanto a las variables comerciales, el organismo estimó el uso forrajero en 136,53 millones de toneladas; el uso total en 317,26 millones, y el saldo exportable en 53,34 millones. Así, las existencias finales fueron proyectadas por el organismo en 42,73 millones de toneladas, por encima de los 41,35 millones calculados por los operadores.
TRIGO
Persiste la firmeza del trigo disponible, en un mercado que se disputa la mercadería que va quedando.Para las terminales del Gran Rosario la oferta de la exportación pasó de los 240 dólares vigentes el viernes 4, equivalentes a 5208 pesos, a una propuesta de 5800 pesos por tonelada. Para Bahía Blanca los exportadores elevaron su oferta de 240 a 250 dólares y para Necochea, de 235 a 245 dólares. Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por el Minagro en $ 5701, mientras que para el lunes fue fijado en 5845 pesos
En la disputa con la exportación, también se elevó sensiblemente el rango de propuestas de los molinos relevado a diario por la BCBA, que pasó de 4800/5850 a 5400/6100 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.
En cambio, el saldo semanal fue negativo para el trigo de la próxima cosecha, dado que las ofertas por el cereal para las entregas diciembre/enero bajaron de 195 a 185 dólares por tonelada. Estos altibajos también se reflejaron en el Matba, donde la posición julio creció de 256 a 259 dólares por tonelada, mientras que el contrato enero retrocedió de 199 a 194 dólares.
El jueves, el USDA mantuvo en 18 millones de toneladas el volumen de la cosecha argentina 2017/2018 de trigo y en 12,80 millones el saldo exportable. En tanto que para la campaña 2018/2019 proyectó una producción de 19,50 millones y ventas externas de 14,20 millones.
Los precios del trigo de los Estados Unidos cerraron la semana con importantes bajas. En efecto, las posiciones mayo y julio del cereal en la Bolsa de Kansas perdieron un 6,35 y un 6,79%, al pasar de 196,86 a 184,36 y de 204,20 a 190,33 dólares por tonelada. En Chicago, los mismos contratos resignaron un 7,20 y un 5,23%, al pasar de 193,82 a 179,86 y de 193,37 a 183,26 dólares por tonelada.
Entre los fundamentos bajistas más importantes aparecieron:

 

  • Las decepcionantes ventas semanales de los Estados Unidos, que no lograron alcanzar ni las 50.000 toneladas por campaña.
  • La pérdida de competitividad del trigo estadounidense, por la fortaleza del dólar frente al euro y por el nivel alcanzado por los precios, tras las dos semanas alcistas precedentes.

 

  • El informe mensual del USDA, en el que el organismo proyectó un volumen de cosecha 2018/2019 mayor al previsto por el mercado.
Acerca de los cultivos, el lunes el USDA ponderó el 34% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, por encima del 33% de la semana pasada, pero lejos del 53% vigente a igual momento de 2017. El dato oficial quedó en línea con el 34% previsto por el mercado. Añadió que está espigado el 33%, contra el 19% de la semana anterior; el 49% vigente a igual fecha del año pasado, y el 41% promedio de las cuatro campañas precedentes. El organismo detalló que, en Kansas hay un 14% de cultivos en condición buena y un 0% en estado excelente, contra el 37 y el 6%, respectivamente.
En cuanto al trigo de primavera, el USDA relevó la siembra sobre el 30% de la superficie apta, contra el 10% la semana pasada; el 51% vigente un año atrás, y el 51% promedio. El dato del USDA quedó por debajo del 31% previsto por el mercado. Ya emergió un 4% de los cultivos, frente al 19% de 2017 y al 22% promedio.
Respecto de las magras ventas semanales estadounidenses, el jueves el USDA relevó las exportaciones de trigo 2017/2018 en 35.200 toneladas, por debajo de las 234.800 toneladas del reporte anterior y de un máximo esperado por el mercado de 350.000 toneladas. Las operaciones con trigo 2018/2019 fueron calculadas en 48.200 toneladas, por debajo de las 210.300 toneladas de la semana pasada y del rango estimado por los operadores, de 200.000 a 350.000 toneladas.
En su informe mensual de oferta y demanda de granos, el jueves el USDA redujo su estimación sobre las exportaciones 2017/2018, de 25,17 a 24,77 millones de toneladas. Así, las existencias finales fueron calculadas en 29,13 millones, por encima de los 28,96 millones de abril y de los 28,99 millones esperados por el mercado.
Una vez más, el organismo elevó el volumen de las exportaciones de Rusia, esta vez, de 38,50 a 39,50 millones de toneladas.
Para la campaña 2018/2019, y pese al mal estado de los cultivos de invierno, el USDA sorprendió al estimar el rinde promedio estadounidense en 31,47 quintales por hectárea, por encima de los 31,14 quintales de la campaña anterior. Ese dato, más una superficie destinada al trigo prevista en 19,14 millones de hectáreas, por encima de los 18,62 millones del ciclo precedente, llevó al organismo a ubicar la producción total del grano fino en 49,57 millones de toneladas, por encima de los 48,36 millones previstos por los operadores y de los 47,38 millones de la temporada 2017/2018.
En el resto de las variables de EE.UU., el USDA estimó importaciones por 3,67 millones de toneladas; el uso forrajero en 3,27 millones; el uso total, en 31,22 millones, y las exportaciones, en 25,17 millones. Tras estas valoraciones, proyectó las existencias finales en 25,98 millones de toneladas, por encima de los 25,31 millones previstos por el mercado, pero por debajo de los 29,13 millones del ciclo anterior.