Esta bebida a base de miel es un elixir noble y de alta versatilidad, por lo que cada productor elabora su propio estilo según las preferencias y la localidad en la que se encuentra. Por ejemplo, es posible encontrar hidromieles que son similares al vino, espumantes similares a la sidra o el champagne, y licores secos, dulces y especiados, entre otras.
“Fomentamos a los agricultores que hagan buenas mieles para que llegue un producto elaborado de primera calidad”, sostuvo Hernán Barri, promotor y asesor de Hidromieles Argentinas que, gracias a su funcionamiento virtual y estar integrado por productores de todo el país, se trata del “grupo más federal”, afirmó.
Por su parte, Matías Jones, elaborador de hidromiel en Mendoza, comentó que el grupo se reúne todos los meses con el afán de darle difusión a este “producto de la colmena”, y agregó: “Siempre me interesó, como apicultor, darle valor agregado a la miel”, aunque, a su vez, aclaró que no solo se limita a la producción de la hidromiel, sino “en elaborar propóleo, cera y polen”.
Para Santiago Pardo, productor bonaerense, el grupo le permitió “no solo conocer otras formas de producción, sino conocer otros tipos y perfiles de hidromieles”, e insistió que “en Argentina hay una gran producción de miel y darle valor desde el origen es lo que tenemos los productores para aportar”.