Pequeños productores están buscando alternativas de bajo costo para producir en espacios chicos, cuenta el Médico Veterinario y columnista Marcelo Zysman en Radio Campo -por Radio Colonia-.
Es que, a partir de una genética inaugurada por el INTA, se está buscando que esta escala de producción pueda ocuparse de campos que no rinden bien para la actividad agrícola.
Así, podrían enfocar su producción en la de ovejas, pero de ovejas melliceras, que suelen dar mellizos. La intención es generar una oveja doble propósito, es decir, tener cordero para la venta y, a la vez, lana de máxima calidad para comercializar. Entonces, con pocos animales se puede hacer un circuito cerrado de producción de lana y carne, en un espacio donde el rinde agrícola no se destaca.
Lo destacable del caso es que esa genética se consiguió de una manera muy fácil, cuenta, y también es simple de repartir. “No es que el productor de pocas hectáreas tiene que hacer una inversión costosa”, dice.
Además, cuenta que esto ya se viene viendo en Catamarca, La Rioja, localidades de Tucumán y Santiago del Estero, por ejemplo, donde se están haciendo eco de esto ya que termina significando agregado de valor e inserción laboral, fundamentalmente en localidades donde los jóvenes no tienen oportunidades educativas o laborales, y tienden a irse.