Con dos asambleas en las localidades de Pergamino y Chascomus, productores asociados a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se dieron cita hoy para debatir los pasos a seguir de llegar a aprobarse el alza del 50% en el inmobiliario rural que será tratado el martes por la Legislatura provincial.
En ese sentido, un comunicado de la zona 1 que reúne a las rurales de las localidad del oeste consideraron que el aumento es "desmedido" dado que el impuesto tendrá una "banda que iría del 40% al 75 por ciento".
Los ruralistas dispararon sus cañones contra el ministro de Economía, Hernán Lacunza que sostuvo que el motivo de la suba era porque hacía años que el mismo no se tocaba, para lo cual los hombres de campo resaltaron que en los últimos 5 años creció el 300% y que en el 2017 se revaluaron más de 15.000 parcelas las cuales señalaron tuvo un alza de entre el 45% al 120 por ciento.
Para los productores el aumento está "muy por arriba de la inflación pasada y proyectada, y no favorece la inversión y la creación de puestos de trabajo".
Sin embargo es sabido que más allá que el ánimo no es la del 2012 cuando el entonces gobernador Daniel Scioli quiso subir también el inmobiliario rural, hoy sólo hay molestias y enojos por la ausencia en las respuestas.
Sucede que muchos productores trabajaron para que el actual partido que gobierna la provincia gane en las urnas y por el cual se sienten parte del mismo.
Por lo pronto aceptarían un aumento del 25%, pero el gobierno se mantiene firme y así se trataría mañana en la Legislatura.
Hasta ahí se acercarían los productores quienes buscarán que diputados y senadores voten en contra de la propuesta.
Pero todo hace suponer que saldrá tan cual lo mando el Ejecutivo y con el apoyo de partidos como el FPV, que ven la oportunidad para recordarle al campo lo que votaron en las urnas.