La reciente decisión del Gobierno nacional de modificar las retenciones a las exportaciones en el sector agroindustrial generó un amplio debate, especialmente en las industrias que se vieron perjudicadas por los cambios. La producción de limón y sus subproductos, un sector clave en la economía regional de Tucumán y el Noroeste en general, hizo conocer hoy su descontento.
Durante una reunión con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), el Ministerio de Economía de la Nación, liderado por los Secretarios de Coordinación Juan Pazos y de Agricultura, Ganadería y Pesca Fernando Vilella, anunció la aplicación de una alícuota general del 15% en las retenciones a las exportaciones para los productos del sector agroindustrial. Esta medida, que excluye a la mayoría de las producciones regionales, vinos y productos del sector sojero, afecta directamente a la fruta fresca de limón y sus subproductos industriales.
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La Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA) manifestó su preocupación ante esta medida. Representando a la citricultura de regiones como Catamarca, Jujuy, Salta y Tucumán, ACNOA cuestiona el criterio de selección para las alícuotas reducidas y la discriminación hacia su sector.
El sector citrícola del Noroeste Argentino asegura estar atravesando una crisis que pone en riesgo la continuidad de su modelo productivo. Este sector, que genera más de 50.000 empleos directos y representa el 56% de los ingresos por divisas de Tucumán, ha visto cómo más de 12.000 hectáreas de limón han sido reconvertidas a otros cultivos desde 2019. Las empresas del sector están reevaluando sus modelos de negocio frente a esta situación.
Los factores detrás de esta crisis son variados, incluyendo la sobreoferta mundial de limón y sus derivados y la caída de los precios internacionales. Además, la industria enfrenta desafíos como costos productivos más bajos en otros países, con condiciones macroeconómicas estables, preferencias arancelarias y menores costos logísticos, así como barreras de acceso en los mercados de exportación debido a cuestiones fitosanitarias y presiones proteccionistas.
La reciente suba del tipo de cambio por parte del gobierno de Milei, aunque parte de un ajuste económico más amplio, se ve opacada para los exportadores por la imposición de las retenciones a las exportaciones del 15% a los productos citrícolas. Esta medida, sumada al incremento en los costos de los insumos importados debido a la devaluación y al aumento del Impuesto País, podría reducir los beneficios de un mejor tipo de cambio y afectar negativamente la competitividad internacional del sector.
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El miércoles, el Gobierno anunció que casi 20 economías regionales, incluyendo los lácteos, serán excluidas del aumento de retenciones a las exportaciones. El sector vitivinícola verá un incremento del 0% al 8%, mientras que los subproductos de soja pasarán del 31% al 33%. Esta decisión responde al descontento generado por la suba generalizada de las retenciones a las exportaciones, pero las mejoras no incluyeron a los productores de limones.
Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía, comunicó que 18 complejos no pagarán retenciones, incluyendo sectores como el olivícola, arrocero, cueros bovinos, lácteo, frutícola (excluido limón), entre otros. Sin embargo, los subproductos de soja experimentarán un aumento en sus retenciones. Y las exportaciones citrícolas, también.
“Desconocemos el criterio empleado para la selección de productos de economías regionales que se beneficiarán con alícuotas reducidas y las razones que han llevado a discriminar a nuestro sector”, lamenta el comunicado.
ACNOA reclamó que las autoridades reconsideren el tratamiento hacia el sector citrícola y se ofrece a colaborar en la evaluación del impacto económico de estas medidas.
El sector citrícola, especialmente el limón y sus subproductos, es un pilar fundamental en la economía de las provincias del Noroeste Argentino. La imposición de retenciones a las exportaciones plantea un escenario complejo para los productores, quienes ya enfrentan una competencia feroz en los mercados internacionales. La capacidad de Argentina para mantener su posición como uno de los principales exportadores de limón del mundo podría verse comprometida.
Más allá de los aspectos económicos, la industria citrícola es crucial para el sustento de miles de familias en la región, argumentaron. La posible reducción de la rentabilidad y la competitividad del sector podría tener un impacto directo en el empleo y el bienestar social en estas provincias, agregaron.
Federcitrus se manifestó de forma similar
La Federación Argentina del Citrus (Federcitrus) también expresó su desacuerdo ante la decisión de excluir al clúster limonero en la eximición de los derechos de exportación (DEX). Según la entidad, la medida "amenaza con agravar la crisis de precios y la pérdida de empleo en este sector, poniendo en peligro la competitividad internacional de la limonicultura argentina".
La Nación decidió que 18 complejos agroindustriales quedaran exentos de las retenciones. Los sectores beneficiados fueron olivícola, arrocero, cueros bovinos, lácteo, frutícola (excluido limón), hortícola, porotos, papa, ajo, garbanzo, arveja, lenteja, miel, azúcar, yerba mate, té, equinos y lana; aplicándose parcialmente al sector vitivinícola. Debemos con urgencia y alarma realizar las siguientes precisiones.
"No coincidimos y vemos errado no incluir en las excepciones al clúster limonero, afincado principalmente en el NOA: en Tucumán, Salta y Jujuy. No se entiende objetivamente esta discriminación hacia el sector limonero cuando, objetivamente, hay producciones exceptuadas de los DEX que están en condiciones mucho más favorables", señaló la Federación en un comunicado.
La cámara subrayó que el nuevo esquema de derechos de exportación ha generado descontento y sorpresa en el sector, "sumado a una gran desilusión, dado que originalmente se entendió de las promesas oficiales que no habría obstáculos a las exportaciones, especialmente regionales".
"Entendemos que la devaluación y la posibilidad de liquidar el 20% de las divisas ingresadas al dólar contado con liquidación (CCL) debían implicar una mejora en la rentabilidad de los exportadores, pero el tipo de cambio para las importaciones pasó a pagar un dólar promedio de $940 -precios de todos los insumos del sector -, más el incremento de combustibles y fletes, en tanto las exportaciones comenzaron a liquidarse a $732", indicó.
Federcitrus hizo hincapié en que el esquema de retención "agravaría la situación de un complejo productivo del NOA, que desde 2019 -donde se verifican importantes incrementos en la producción mundial de limones- vive una crisis de precios, lo que llevó a que se arrancaran más de 12.000 hectáreas (20% de la superficie plantada con este cultivo) para redirigirlas a otros destinos y que hoy presente también significativas extensiones de fincas totalmente abandonadas". Y agregó: "La principal causa de esta problemática radica en la sobreoferta mundial de fruta, aceite y jugo de limón, generando pérdidas sostenidas durante los últimos cinco años, especialmente para los productores no integrados".
Federcitrus indicó que la implementación de la medida de la administración central implicaría un "golpe a la competitividad" del sector. "Un DEX del 15 % provocará una abrupta caída de las exportaciones de fruta fresca y derivados agroindustriales. Esta situación conlleva menor dinamismo de la limonicultura y una reducción en puestos de trabajo directo, que alcanzan las 50.000 personas. Esto, a su vez, dará lugar a un aumento de la conflictividad social en la región del NOA, junto con la pérdida de recursos para las provincias", advirtió.