El reciente anuncio del Gobierno sobre la reducción temporal de retenciones a las exportaciones agropecuarias genero diversas reacciones en el mercado de granos.
Baja de retenciones
Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, realizo un análisis sobre cómo esta medida afecta los precios, las decisiones de los productores y el contexto económico general.
Romano explicó que el anuncio impulsó una fuerte suba de la soja en el mercado local, aunque con caídas en Chicago. Por otro lado, el maíz y el trigo mostraron movimientos menores.
Según el especialista, considerando la capacidad de pago de la industria, el rango esperado para la soja cosecha 2024 oscila entre los 270 y 280 dólares por tonelada, mientras que para el maíz se recomienda mantener las ventas progresivas, y en trigo, esperar precios cercanos a los 225 dólares por tonelada.
La baja en los derechos de exportación implica una reducción del 20% sobre las alícuotas anteriores y tendrá vigencia hasta el 30 de junio. Los nuevos valores son:
- Soja: del 33% al 26%.
- Derivados de soja: del 31% al 24,5%.
- Trigo y maíz: del 12% al 9,5%.
- Girasol: mantiene un 7%, con interrogantes sobre los subproductos, que tributaban un 5%.
Además, se eliminan las retenciones para productos de economías regionales como el algodón, arroz y tabaco, lo que genera expectativas sobre un posible beneficio similar para el girasol.
Para acceder a estas alícuotas, los exportadores deberán liquidar los derechos de exportación dentro de los cinco días de presentada la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Asimismo, las divisas deberán ingresarse en un plazo de 15 días, lo que representa un desafío para las operaciones a largo plazo. Romano destacó que este requisito eleva los costos financieros, especialmente para exportaciones futuras, complicando su implementación.
Romano estimó que los precios FOB vigentes implican mejoras de 27 dólares por tonelada para la soja y de 6 dólares por tonelada para maíz y trigo. Sin embargo, anticipó que la rebaja impositiva podría aumentar la presión vendedora en el mercado local, lo que generaría un descenso en los precios internacionales. Este efecto ya se refleja en las cotizaciones:
- Soja mayo en Chicago bajó un 1%, mientras que en Argentina subió un 5%.
- Maíz abril en Chicago cayó un 0,6%, mientras que en el mercado local subió casi un 2%.
- Trigo en Chicago perdió un 1,8%, frente a un aumento del 1,7% en Argentina.
En ese marco, el especialista señaló que, aunque se espera un aumento en las ventas, los productores mantendrán cierta prudencia debido a la incertidumbre climática y las limitaciones estructurales del mercado. Se proyecta un incremento del 9% en las ventas de soja 23/24, lo que equivaldría a 4,5 millones de toneladas adicionales, y del 3% en maíz disponible, unos 1,5 millones de toneladas más.
Además, Romano analizó también las implicancias en los mercados financieros. Estimó ingresos por 4.500 millones de dólares provenientes de la venta de granos, una cifra relevante en el marco de las negociaciones de Argentina con el FMI. Sin embargo, advirtió que esta medida implica un adelanto de divisas que podría generar un vacío de ingresos en el segundo semestre. La clave, según Romano, será lograr un acuerdo con el FMI y avanzar en la normalización económica para compensar la menor recaudación futura.
Aunque la baja de retenciones es una medida positiva para los mercados agropecuarios, presenta limitaciones por su carácter temporal y los costos financieros asociados. En este contexto, los productores enfrentan un delicado equilibrio entre aprovechar los beneficios actuales y gestionar los riesgos de mediano plazo. Para Romano, la clave será monitorear de cerca las condiciones climáticas, los precios internacionales y las políticas económicas del Gobierno en los próximos meses.