El mapa de malezas que actualiza todos los años la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) lo muestra con claridad: casi no hay departamento o partido con producción agrícola en el país en el que no esté presente la especie Conyza bonariensis, más conocida como “rama negra”.
Los productores ya se han acostumbrado a convivir con ella y en general aseguran saber cómo manejarla, aunque eso signifique un alto costo económico. “Se lleva como mínimo dos aplicaciones, y a veces hasta tres, en barbecho largo, corto y presiembra”, explica Juan Caporicci, gerente de Herbicidas de FMC.
Por eso, cada año se buscan nuevas estrategias de control químico para mantenerla a raya. Esto implica no solo variar o combinar los principios activos, sino redescubrir tecnologías que a veces se utilizan de una sola manera y que también pueden ser eficientes modificando los modos y tiempos de aplicación.
En el caso de FMC, por ejemplo, el herbicida Finesse se utiliza normalmente en período de presiembra o preemergencia de malezas. Sin embargo, diferentes ensayos realizados por la compañía permitieron comprobar que su utilización en postemergencia, cuando la rama negra ya tiene la roseta o está elongada, también es efectiva.
“Conyza tiene dos pulsos de germinación: uno en otoño y otro en primavera. Para este último empezamos a probar la utilización de Finesse en dosis un poco más altas y acompañado por otros ALS, como glifosato y 2,4-D, y se vieron muy bueno resultados”, remarca Caporicci.
Según el ejecutivo de FMC, se puede utilizar para un barbecho corto, entre 30 y 40 días antes de la siembra. “Es para aplicarlo entre agosto y septiembre hasta principios de octubre, para controlar la rama negra que nació entre julio y agosto y está empezando a elongar. Queda el lote completamente limpio”, remarca Caporicci.
Una de las ventajas de usar este producto es que, por su gran residualidad, funciona con doble propósito: elimina la planta después de emergida, y también actúa como un preemergente.
Cuidados
En este contexto, Caporicci menciona dos aspectos que hay que tener muy en cuenta.
El primero es que quien utilizó este herbicida para prevenir el nacimiento de malezas en otoño, tanto sea para un barbecho largo como en la previa de la siembra de un cultivo invernal, no puede volver a aplicarlo en primavera.
“En cambio, el que eligió por ejemplo una atrazina en otoño, sí podría pulverizar con Finesse antes de la siembra gruesa”, añade.
Otra cuestión clave es que sí o sí tiene que aplicarse en la previa de una siembra de soja, y debe ser una variedad STS; es decir, que no se vea afectada por la utilización de herbicidas residuales.
“Es algo obligatorio, porque ningún ALS se degrada en menos de siete meses. De todos modos, entre 48 y 50 por ciento de los materiales de soja que se siembran en Argentina son STS, lo que significa que es un producto apto para ser usado en gran parte de la superficie”, completa Caporicci.
Por último, insiste en que a la hora de aplicar Finesse en ese momento del año, hay que pensar en subir la dosis entre 15 y 20 gramos por hectárea y sumarle otros principios activos porque Conyza en primavera tiene más pilosidad. “Se necesita un súper golpe químico para matarla”, concluye Caporicci.