Con su discurso en el Congreso durante su asunción, Alberto Fernández, nuevo Presidente de la Nación, dejó en claro que la prioridad será atender las necesidades de los más vulnerables y los sectores más afectados por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años. Pero la pregunta que surge es, ¿si el Estado ya no tiene nada de sobra y todavía tiene que afrontar la deuda, cómo financiará esas medidas?
Sobre eso dialogó con Radio Campo el economista Martín Vauthier, que es director de EcoGo, y explicó que hay tres herramientas que vienen sonando en las últimas horas y que, con la conferencia de prensa del ministro de Economía, Martín Guzmán, no se echaron por tierra.
En primer lugar, las retenciones. La suba de retenciones, mejor dicho. Vauthier advierte que este es un mecanismo limitado en este momento porque, ante la expectativa de que puedan actualizar estas alícuotas, se adelantaron las ventas, por lo que esta recaudación restaría ante un potencial aumento de derechos de exportación.
Otro mecanismo es el aumento en los Bienes Personales, pero tal como manifestaba el economista en diálogo con Radio Colonia, no se trata de un impuesto que genere grandes cambios en la recaudación.
También suena por estas horas la posibilidad de un impuesto a las compras en el exterior o al turismo. Son trascendidos por el momento, explica el director de EcoGo, pero aclara que más allá de cada uno de esos rumores, se sabe que efectivamente la economía necesita reactivarse y volver a crecer.
“No hay ningún sendero de deuda sin que la economía crezca, pero para que eso ocurra a largo plazo deberían darse dos condiciones: por un lado, bajar el riesgo país porque uno muy alto implica que en Argentina ni el Estado ni las empresas puedan acceder a financiamiento o sólo con tasas muy altas; y eso dificulta la reactivación”, dice.
Por el otro, considera que tiene que recuperarse la demanda de pesos, es decir, los argentinos tenemos que volver a querer tener pesos en el bolsillo. “Si esta no se recupera, cualquier emisión monetaria o cualquier aumento de la oferta que haga el BCRA para intentar financiar el déficit o aumentar el gasto dando aumentos salariales y jubilatorios, en lugar de terminar canalizándose en una suba del consumo y el PBI, terminará canalizando a los tipos de cambio paralelos o directamente a inflación, y deja de tener impacto sobre el consumo y el nivel de actividad”, concluyó.