La mitad del ajuste por retenciones que planea hacer el Gobierno para superar la crisis del dólar lo van a pagar sólo 26 empresas. Se trata de una docena de cerealeras y cinco automotrices. A ellos se les sumarán algunas siderúrgicas, petroleras y un par de químicas. Y aunque el sector agropecuario aparece como el más golpeado por la fijación de derechos de exportación, la extensión del tributo a todos golpeará principalmente en la industria.
En los primeros siete meses del año, según datos del INDEC, el 32,7% de las ventas al exterior fueron Manufacturas de Origen Industrial (MOI), y el 37,6% Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA). Los productos primarios sólo explican el 23,3%. De cada u$s100 de exportación, u$s70 se generan a partir de algún proceso de agregado de valor. El resto son granos y energía.
Según estima el Gobierno, el año entrante el valor de las exportaciones se ubicará en los u$s70.000 millones y se planea recaudar unos u$s7.000 millones por retenciones.
Un informe de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI) muestra que en Argentina apenas 26 empresas exportan la mitad del total. Es decir, esas compañías pagarán unos u$s3.500 millones. De ese grupo, 10 son cerealeras y hay cinco automotrices, Toyota, Mercedes-Benz, Volkswagen, Fiat y Nissan.
Visto de otro modo, según la composición de las exportaciones totales argentinas, la industria aportará u$s4.900 millones, el campo propiamente dicho u$s1.610 millones y el resto el sector de combustibles y energía.
Más allá de las grandes exportadoras industriales, hay otro universo de algo más de 6.000 pymes de un total de 80.000, que serán impactadas, pero en menor escala. Tal circunstancia derivará en los posicionamientos posteriores, cuando se conozcan oficialmente las medidas que el Gobierno estuvo amasando durante el fin de semana.
No le podía caer en peor momento al presidente Mauricio Macri la tarea de ser el último orador de la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA). Mañana los empresarios nucleados en la central fabril tendrán su encuentro en el Golden Center de Parque Norte. Va a ser imposible que no se deslicen quejas por el nuevo esquema de impuestos. La mala suerte del primer mandatario es que la Conferencia Industrial Argentina se hace en noviembre, pero en 2018 se anticipó a septiembre debido a que la Ciudad de Buenos Aires estará paralizada por las reuniones de la Cumbre del Grupo de los 20 (G-20). Va a haber quejas, pero no implicarán una ruptura.
El impacto será algo menor entre las pymes, que serán las que tal vez tengan menos ánimo de expresar su malestar. Gran parte de este sector no fue alcanzado por la reducción de reintegros, por lo que tienen una mayor flexibilidad para manejarse con el nuevo costo. Bajo esas condiciones, las empresas pueden sentir que se les escapa una parte de rentabilidad en las retenciones, pero no tienen demasiado margen para el pataleo, en medio de un ajuste que va a afectar a todos los sectores de la sociedad.