En este sentido, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires consignó la posibilidad de una merma respecto a las 19,6 millones de hectáreas proyectadas en esta campaña. Aún restan implantar unas 600.000 hectáreas.
En esta apreciación coincide la revista especializada Oil World, que comenta que las regiones central y sur de la Provincia de Buenos Aires, atravesaron la peor sequía de los últimos treinta años en el mes de noviembre.
En maíz, la intención prevista por la Bolsa, alcanza una superficie de 4,9 millones de hectáreas, lo que significará un incremento del 27% respecto al ciclo anterior, en el que se implantaron 3,85 millones de hectáreas.
Los mercados de commodities finalizaron el 2017 bastante mejor de cómo lo habían iniciado. La mejor tendencia positiva fue lograda por los futuros de energía que habían liderado la tendencia negativa en el primer trimestre del año anterior.
Así, los futuros de etanol conquistaron una suba anual del 47%, seguido del combustible de calefacción, con una mejora del 35% y por el petróleo, que logró mejorar en un año el 28%.
En relación con este último commodity, cabe consignar que se ubicó por debajo de los u$s 30 por barril en el primer trimestre del año, remontando hasta casi los u$s 55 de la actualidad, y ya son varios los analistas que consignan un objetivo de u$s 60 por barril en el curso del próximo semestre.
Los granos, por su parte, tuvieron un comportamiento bastante irregular. La perspectiva inicial -y finalmente materializada- de una cosecha récord en los Estados Unidos generó una baja en las cotizaciones de los principales cultivos de verano, una vez que se fueron confirmando los buenos rendimientos obtenidos en el inicio de la cosecha del hemisferio norte.
Esta tendencia se detuvo a partir de noviembre, pues el mercado había descontado en gran medida estas expectativas y surgieron algunas dudas en relación con el potencial productivo de nuestra región.
El año culmina con una mejora del 16% en los futuros de harina de soja que cotizan en Chicago, seguido por el poroto de soja, que aumentó, en ese período, un 15%. El aceite de soja completa la lista ganadora, con una mejora del 7%.
Entre las materias primas agrícolas con tendencia negativa se observa que el maíz registró una merma anual del 10%, seguido por la avena, que acumuló un quebranto del 11%.
El trigo lideró las pérdidas del año en este rubro, con una baja del 23%, producto de un fuerte incremento en la productividad global, que alcanzó un récord histórico en esta última campaña.
La producción mundial de biodiesel se ubica ahora en un nuevo récord de 33 millones de toneladas, según Oil World.
En el curso del año 2016, el incremento efectivo fue de 3,3 millones de toneladas. Los aumentos más importantes se registraron en Indonesia, los EE.UU. y Argentina.
El uso de aceite de palma y de soja para la elaboración de este biocombustible se incrementaron en 1,5 millones de toneladas y 1,4 millones de toneladas, respectivamente.
La producción de biodiesel en la Unión Europea se mantuvo equilibrada, en torno a los 12,4 millones de toneladas, con un aumento en la producción de España, que se compensó con una caída en la de Holanda.
En los EE.UU., la producción se incrementó en un millón de toneladas, como consecuencia de la modificación en el mandato legal que favoreció el uso de este combustible alternativo.
En nuestro país, la producción anual fue de 2,65 millones de toneladas, que implica un crecimiento productivo de casi 900.000 toneladas en el año, producto de una buena demanda para exportación, como consecuencia de las mayores necesidades de los EE.UU. en este período.