“Queremos ser un país normal, serio, darle apoyo a los sectores más complicados, tomar decisiones y escuchar mucho”, subrayó Negri, y puso el eje en “revalorizar las economías regionales y las empresas familiares, que son generadoras de mano de obra”.
Al disertar en el Primer Congreso de Perspectivas Agrícolas de la Bolsa de Cereales, el funcionario describió algunos logros que se consiguieron en los primeros 10 meses de Gobierno y mencionó además los principales propuestas que impulsará durante su gestión.
Identificó –entre otros- “la solución del histórico conflicto de la cadena de soja y las semilla, el arreglo con los Holdouts”, y reafirmó el compromiso de “cambiar lo más rápido posible la política de subsidios”.
Entre las propuestas hacia el futuro, apuntó al “Plan Nacional de Riesgo climático y de precios, la Cadena de Frescos, la Escuelagro, una Plataforma Industrial nueva y un Proyecto de Innovación agroindustrial”.
“Vamos a llegar a las 150 millones de toneladas en los próximos 4 años”, se entusiasmó el Secretario de Agricultura, y añadió la ambición de aumentar el 15 por ciento la producción anual de carnes.
“El segundo semestre empezó en Marzo con respecto a la actividad del sector”, especificó Negri, y reconoció que “la situación es compleja pero le ponemos el pecho a las decisiones que necesita el país en este momento”.
Abogó por la “Integración púbico-privada” para el desarrollo del sector agropecuario y recordó la importancia que tiene para el gobierno la realización de “mejoras en logística e infraestructura”.
“El Plan Belgrano representa un cambio estructural”, enfatizó Negri, y se entusiasmó con “un plan de ferrocarriles para llegar en 2019 al 9 por ciento de la
distribución de productos de agroindustria y minería, las principales actividades que van a generar carga”.
Por su parte, Eduardo Sierra, de la Bolsa de Cereales, puso el eje en el cambio climático como un factor relevante a la hora de analizar el futuro del sector agroindustrial.
Mencionó el “fuerte incremento de la variabilidad climática, la frecuencia de las tormentas severas, la presencia de granizo, las situaciones de bloqueo, los fenómenos del Niño, la Niña, y un régimen térmico muy riguroso”.
En tanto, Roberto Bisang, UBA-Conicet, aludió a la Bioeconomía “como una oportunidad para el desarrollo productivo del campo”, y opinó que la especialidad se puede convertir en un “especie de paraguas o nave insignia para poner en marcha el modelo de desarrollo de la Argentina del siglo XXI”.
Explicó que la Bioeconomía es un proceso de “generación e industrialización eficiente de la biomasa y las tecnologías que permiten mejorar” la actividad agroindustrial.
Finalmente, Rob Vos, Director de Desarrollo Económico Agrícola, FAO, ponderó la “dirección de las decisiones que está tomando el gobierno argentino” que generan “optimismo” en grandes sectores nacionales e internacionales, aunque aclaró que “todavía quedan muchos desafíos y complejidades por delante”.
“Se necesitan cambios en las dietas y modificar el esquema alimentario para ser más eficiente y sustentable, y alcanzar cada vez a más habitantes” en todo el mundo, concluyó.
“El segundo semestre empezó en Marzo con respecto a la actividad del sector”, especificó Negri, y reconoció que “la situación es compleja pero le ponemos el pecho a las decisiones que necesita el país en este momento”.
Abogó por la “Integración púbico-privada” para el desarrollo del sector agropecuario y recordó la importancia que tiene para el gobierno la realización de “mejoras en logística e infraestructura”.
“El Plan Belgrano representa un cambio estructural”, enfatizó Negri, y se entusiasmó con “un plan de ferrocarriles para llegar en 2019 al 9 por ciento de la
distribución de productos de agroindustria y minería, las principales actividades que van a generar carga”.
Por su parte, Eduardo Sierra, de la Bolsa de Cereales, puso el eje en el cambio climático como un factor relevante a la hora de analizar el futuro del sector agroindustrial.
Mencionó el “fuerte incremento de la variabilidad climática, la frecuencia de las tormentas severas, la presencia de granizo, las situaciones de bloqueo, los fenómenos del Niño, la Niña, y un régimen térmico muy riguroso”.
En tanto, Roberto Bisang, UBA-Conicet, aludió a la Bioeconomía “como una oportunidad para el desarrollo productivo del campo”, y opinó que la especialidad se puede convertir en un “especie de paraguas o nave insignia para poner en marcha el modelo de desarrollo de la Argentina del siglo XXI”.
Explicó que la Bioeconomía es un proceso de “generación e industrialización eficiente de la biomasa y las tecnologías que permiten mejorar” la actividad agroindustrial.
Finalmente, Rob Vos, Director de Desarrollo Económico Agrícola, FAO, ponderó la “dirección de las decisiones que está tomando el gobierno argentino” que generan “optimismo” en grandes sectores nacionales e internacionales, aunque aclaró que “todavía quedan muchos desafíos y complejidades por delante”.
“Se necesitan cambios en las dietas y modificar el esquema alimentario para ser más eficiente y sustentable, y alcanzar cada vez a más habitantes” en todo el mundo, concluyó.