La Universidad Nacional de Río Negro en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), impulsan la fabricación de sidra.
El director de la Planta Piloto, Facundo Iturmendi dijo a Télam que "hace unos meses atrás tuvimos unas charlas en la Secretaría de Fruticultura provincial, donde se invitó a la Universidad para formar parte de un proyecto para la elaboración de sidra", precisó Facundo Iturmendi, director de la Planta Piloto de Alimentos Sociales de la Universidad de Río Negro.
"Lo que se hizo en este proyecto, liderado por el Inta, fue como primer paso la producción de frutas que eran viejas pero con características especiales para la producción de sidra", sostuvo el especialista.
Se trata de variedades de fruta que estaban en el banco de geoplasma que posee el Inta, de tipo silvestre y poca salida comercial, en comparación con otras variedades.
"Este año se hizo la primera recolección, en este caso unas doce variedades de un total de veinte que se produce, y se hizo una primer molienda hace unos días", aseguró Iturmendi
"Esta primera producción fue bien piloto. Con cada variedad se están haciendo unos 20 litros. La idea es analizar cuáles son las más aptas y apetecibles para el consumidor", sostuvo
Agregó que, "en los próximos años, se intentará reforzar aquellas variedades más aptas y elaborar un producto noble de calidad".
Esta sidra no contendrá azúcar agregado, se aprovechará la glucosa natural de la manzana, obteniendo un producto único en el país.
A principios de marzo se realizó la primera molienda experimental de variedades de manzanas no convencionales en la Planta Piloto de Alimentos Sociales que posee la universidad rionegrina en Villa Regina.
Para ello se estudiaron la aptitud de unas veinte variedades de manzana silvestre del Banco de Germoplasma del Inta para la elaboración de una sidra con características organolépticas diferenciadas.
A nivel mundial, en los últimos cinco años, la producción de sidra se duplicó y el consumo aumentó notablemente, “sin embargo en Argentina la producción de esta bebida está disminuyendo e incluso el consumo esta disminuyendo”, señaló Iturmendi.
“Una de las causas es que la sidra está mal catalogada (en el consumo interno) porque siempre se ve que se utilizan frutas de mala calidad o del suelo”, reconoció.
Una de las propuestas es utilizar "frutas exclusivas para la producción de sidra", asimismo advirtió que "un tema pendiente es cambio del código alimentario, que hace años no se modifica en el país".
La ley Nº 18284 o Código Alimentario Argentino dispone las normas higiénico-sanitarias y bromatológicas de los alimentos.
En el caso de la sidra base Iturmendi reseñó que esta bebida resulta "exclusivamente de la fermentación alcohólica normal del jugo recién obtenido de manzanas".
"Para nombrarse sidra tiene que tener ciertas características puntuales, entonces cualquier innovación que se quiera hacer en la producción deja de llamarse sidra", remarcó Iturmendi.
"Es el caso de las peras que son frutas óptimas para la fabricación de esta bebida, pero sin embargo no puede llamarse sidra porque dentro del código no te lo permite", ejemplificó.
"Es importante hacer un cambio o actualización de este código, como pasa en el resto del mundo, donde se abre más el abanico y te permite trabajar haciendo innovación de producto y darles alternativas tanto al consumido como al productor", completó el especialista.