El panorama climático no ofrece respiro para las zonas afectadas por excesos hídricos en el centro y oeste de Buenos Aires y, el trigo se ve totalmente condicionado. Es que, según los pronósticos, entre el sábado 30 y el domingo 31 de agosto se espera una nueva ciclogénesis que traerá tormentas fuertes, con acumulados que podrían alcanzar entre 90 y 130 milímetros.
En esta línea, la inestabilidad abarcará gran parte de la región pampeana, sumando a Córdoba, Cuyo y sectores del noroeste patagónico. Para el domingo se prevé el mayor volumen de precipitaciones, especialmente sobre la zona núcleo y el oeste bonaerense, con impacto también en el centro y sudeste de esa provincia, Santa Fe y Entre Ríos.
Trigo en riesgo
Por otra parte, en su último informe, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que el trigo muestra un estado excepcional, con potencial de superar los 50 quintales por hectárea. Sin embargo, la incertidumbre está en cómo afectarán las lluvias a los lotes ya comprometidos por anegamiento. En zonas bajas, técnicos reportaron mortandad de plantas por asfixia radicular y manchas amarillas asociadas a enfermedades.
Los especialistas advierten que, en lugares como Carlos Pellegrini, los suelos saturados ya muestran síntomas de estrés en el cultivo, y que una nueva tanda de precipitaciones podría comprometer seriamente el rinde. En localidades como Bigand y María Susana también alertan sobre la alta probabilidad de aparición de enfermedades si se mantiene el exceso de agua.
La situación varía según la región: mientras en el oeste, con menor régimen de lluvias, las precipitaciones serían bien recibidas y favorecerían al trigo, en el este bonaerense y parte de la zona núcleo los perfiles están colmados. Allí, cada milímetro extra empeora las perspectivas, no solo para el trigo sino también para la siembra de maíz temprano.
Con un suelo ya saturado y un pronóstico que anuncia tormentas repetidas, el riesgo hídrico se posiciona como el principal desafío de los productores en esta etapa clave de la campaña.
