La extensión de la cuarentena es oficial. “Hay una decisión política muy firme de seguir en una cuarentena restrictiva, al menos en los conglomerados urbanos más importantes (CABA y GBA), que son los que día a día muestran en sus estadísticas que son los sitios con mayor cantidad de contagiados”, dijo en diálogo con Palabra de Campo -por Radio 10, el analista político Sebastián Dumont.
Sin embargo, no es una sorpresa, aclara: “Es lo que se veía venir desde esa noticia del 3 de marzo que hablaba del primer caso de contagio de coronavirus en Argentina”. Los motivos son claros: hay mayor densidad poblacional, las características sociales dejan un escenario más propenso y eso ya se está viendo.
“Por eso aquella idea de una flexibilización para los comercios de barrio, bares o restaurantes parece estar postergada o a la espera de la evolución de la famosa curva de contagio”, explica, y agrega que es importante generar expectativas certeras sobre esto.
Para Dumont, “hay mucha gente preguntando cuándo terminará la cuarentena y cuánto tiempo se sostiene la economía con este contexto, pero es importante decir que será muy difícil aplacar la curva con datos reales mientras no se aumenten los testeos”.
Si bien se compraron unos 500 mil kits de testeos, el propio Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires -y médico- aclaró que los mismos aún no llegaron a destino. “Por ahora sigue siendo muy bajo el nivel de testeo. Son un poco más de 200 tests cada 1 millón de habitantes en Argentina”, dice.
En esa línea, sostiene que, haciendo un cálculo entre “lo poco que se testea”, los números de contagio y el crecimiento de personas fallecidas que se dio en el final de la semana pasada, se empieza a analizar qué tan rotundo podrá ser el cambio cuando lleguen esos kits y finalmente haya más testeos. “La idea de quedarnos en casa va a ser bastante prolongada”, adelanta.