En 2017, la producción argentina de carne de cerdo en toneladas res equivalente fue de 566.276, un 8% superior a la producción del año anterior. El USDA estima una producción de 605.000 toneladas para el corriente año y proyecta un crecimiento del 32% para el año 2025, cuando la producción alcanzaría las 748.800 toneladas. El consumo, por otra parte, también aumentaría según cálculos del USDA pasando de 609.000 toneladas en 2017 a 652.000 toneladas en 2018.
Las importaciones argentinas estimadas por el USDA para este año serían de 50.000 toneladas y es de esperar que su principal componente sea la carne fresca (refrigerada y congelada). En 2017, las importaciones en concepto de carne fresca representaron el 86,7% del total, siendo Brasil el principal proveedor con una participación en este rubro de casi el 95%. En lo que respecta a fiambres, chacinados y embutidos, el 54% de las importaciones argentinas son de origen brasileño, el 36% español y el 10% italiano.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos proyectó para este año exportaciones Argentinas por 3.000 toneladas, que se mantendrían estables respecto del año pasado. En 2017, el 52% de las ventas al exterior consistieron en productos sin elaborar. Según un estudio realizado por la consultora Seggiaro y Asociados relativo al desempeño del sector en la Región Centro indicó que existe la posibilidad de exportar subproductos como hocicos de porcinos, muy demandados en el Sudeste Asiático, mientras que en Argentina son mercadería de descarte.
Además, el sector se muestra muy optimista respecto de la gran oportunidad que representaría la firma del protocolo con China, que permitiría comenzar a exportar su mercadería al gigante asiático. Consultores privados proyectan que Argentina podría llegar a exportar 20.000 toneladas de carne porcina en el corto plazo.
Indicador N°2: En 2018 el consumo doméstico de carne de cerdo ascendería a 652.000 toneladas según el USDA, mientras que el consumo per cápita en Argentina sería de 17 kg. El consumo per cápita de carne de pollo y cerdos (sumados) estarían superando al de la carne vacuna en el 2018.
El consumo de carne de cerdo ha aumentado en promedio un 10% anual durante los últimos 5 años. Actualmente, el consumo de carne porcina es de 17 kilogramos por habitante según el USDA, que sumados al consumo de pollo per cápita (44 kg.) superarían al consumo de carne vacuna (57 kg.) en el 2018. Recordemos que la carne vacuna es el gran protagonista histórico en la dieta nacional. Se estima que el consumo de cerdo per cápita podría aumentar en un (1) kilogramo por año durante los próximos 5 años, proponiéndose como posible sustituto de la carne de pollo.
En Argentina, tanto el consumo como la producción aumentaron entre los años 2015 a 2018, aunque el consumo lo hizo en una proporción mayor. La balanza comercial porcina arrojó siempre un resultado negativo en el período considerado. Por ejemplo, para el año 2017, las exportaciones de carne de cerdo y derivados fueron de aproximadamente 15 millones de US$ mientras que las importaciones superaron los 118 millones de US$, según el INDEC.
Indicador N°3: la producción primaria de cerdos es clave para la demanda interna del maíz en Argentina, ya que constituye la base alimentaria porcina. Anualmente estaría demandando cerca de 1,3 Mt de maíz.
La producción de cerdos está tradicionalmente relacionada con la producción de maíz, estimándose que el cereal representa el 60% de la dieta porcina en Argentina. Si se tiene en cuenta que en 2017 se faenaron 6.301.568 cabezas, equivalentes a 555.000 toneladas de carne de cerdo, puede inducirse que la cadena porcina consumió aquel año alrededor de 1,25 millones de toneladas de maíz.
A futuro, cabe tener en cuenta que el incremento previsto en la producción porcina y avícola para el próximo año es uno de los principales determinantes del mayor consumo proyectado para el maíz en la próxima campaña. Según el USDA, éste ya habría pasado de 7,5 millones de toneladas en el ciclo 2016/17 a 8 millones de toneladas en el año 2017/18, previéndose una absorción total de 8,5 Mt en la campaña comercial 2018/19.
Indicador N°4: Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos son las provincias más importantes en materia de cría de cerdos en nuestro país. En conjunto producen el 82% de la carne de cerdo nacional y poseen el 82% del stock de madres.
La cadena porcina en Argentina cuenta con numerosas ventajas intrínsecas para su desarrollo: clima favorable para la cría, inexistencia de amenazas sanitarias, amplia disponibilidad de maíz y soja (que conforman la base de la alimentación de los animales y su principal costo) y una escala productiva que favorece su desarrollo a nivel regional.
Los establecimientos dedicados a la producción primaria porcina (cría de cerdos) se sitúan en la región centro de nuestro país, destacándose la zona central de la provincia de Córdoba (30 %), el norte de la provincia de Buenos Aires (27 %) y el sur de Santa Fe (18 %). La ubicación de las unidades productivas se corresponde con la localización de la superficie cultivada de maíz y la distribución de las plantas elaboradoras de alimentos balanceados.
Como lo muestra la tabla correspondiente, las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos originan el 82,2 % de la producción total nacional, y a su vez poseen el 82,5 % del stock de madres, claves para la mantención y el crecimiento de la producción.
Indicador N°5: las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos con 135 establecimiento faenadores concentra el 83% de las cabezas faenadas en Argentina: 5,2 millones de cabezas en el año.
En Argentina existen 244 establecimientos procesadores de porcinos habilitados, entre ellos hay mataderos frigoríficos, mataderos municipales y mataderos rurales. La distribución territorial de los establecimientos faenadores e industrias de chacinados responden a la localización de la actividad primaria y los centros de consumo. En consecuencia, en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos se sitúan 135 establecimientos faenadores que concentran el 83% de las cabezas faenadas en el país.
En la provincia de Buenos Aires se ubican 59 mataderos-frigoríficos y 3 mataderos municipales; la provincia de Córdoba cuenta con 28 mataderos-frigoríficos y Santa Fe con 22; mientras que en Entre Ríos se localizan 23 mataderos-frigoríficos y 3 mataderos municipales. En 2017, en el territorio de estas cuatro provincias se faenaron 5,2 millones de cabezas, cuando en el resto del país aquel año se faenaron sólo 1,2 millones de cabezas más.
El total de faena en 2017 (6.425.216 cabezas) es más de tres veces la cantidad faenada 20 años atrás en 1997 (1.740.000 cabezas). Además, según datos del Senasa, en los primeros siete meses de 2018 se faenaron en Argentina 3.899.555 cabezas de ganado porcino, un 7% más que durante el mismo período el año pasado y un 14% por encima de la cantidad de cabezas faenadas a julio de 2016.
Indicador N°6: Los principales establecimientos en Argentina mueven el 80% de los animales enviados a faena.
Los grandes establecimientos, que conforman el decil superior de la capacidad productiva nacional, son capaces de mover más del 80 % de los animales enviados a faena. Mientras que las unidades productivas de menor escala, que representan el 60 % del total, cubren sólo el 3,5 % del abastecimiento para faena. La mayoría de los productores porcinos envían menos de 500 cabezas a faena por año, lo que equivaldría a 1,5 cabezas diarias si se supone una distribución temporal lineal. La atomización del mercado en pequeñas unidades productivas conlleva varias restricciones de escala: limita la utilización de tecnologías más eficientes, impide garantizar la estandarización de la calidad del producto que es clave para los mercados, así como también imposibilita reunir grandes volúmenes o proveer un suministro constante, etc. Aunque tiene la ventaja de ser un rubro que le permite diversificar su producción al pequeño y mediano productor agropecuario y generarle un ingreso adicional alternativo. Una exitosa estrategia nacional de producción de carne de cerdos debe siempre integrar a todo tipo de productores, elevando la calidad y seguridad alimentaria.
Indicador N°7: Cuatro frigoríficos en Argentina tienen a su cargo el 37% de la faena anual en Argentina.
En el cuadro N°3, se observa el ranking de distribución acumulada de la faena porcina en Argentina según establecimiento. Los primeros cuatro frigoríficos de la nómina tienen a su cargo el 37% de la faena nacional anual, un total de 2,4 millones de cabezas. Estos cuatro establecimientos son: Frigorífico Pompeya, Cooperativa de trabajo ex empleados del Frigorífico Minguillón, Frigorífico Paladini y Campo Austral S.A.
Por otra parte, cuatro de los cinco mayores establecimientos faenadores del país están ubicados en territorio bonaerense. El Frigorífico La Pompeya, que encabeza este ranking con una participación del 15,7 % en el total, faenó en 2017 1.024.000 cabezas, casi el doble de la faena del segundo mayor establecimiento, la “Cooperativa de Trabajo Ex Empleados del Frigorífico Minguillon”, cuya participación fue del 8 %. En el tercer puesto, con 451.000 cabezas faenadas, se ubica el Frigorífico Paladini S.A. de Rosario, único establecimiento de los principales cinco que opera fuera de la provincia de Buenos Aires con una participación de casi el 7 %. Otras unidades de faena porcina destacables en territorio santafesino son Rafaela Alimentos SA (7° posición con el 2,1 % de participación nacional), Tutto Porky’s SRL (12° posición, 1,5 % de participación), Frigorífico Guadalupe SRL (15° posición, 1,4 % de participación en el total faenado)