Las cubiertas verdes son una tendencia en auge en los últimos años y surgen como respuesta a uno de los problemas ambientales de las grandes ciudades, vinculado a la falta de espacios verdes. Esto trae consecuencias como inundaciones, incremento de temperatura en espacios urbanos, pérdida de biodiversidad, derroche energético, polución atmosférica y emisión de anhídrido carbónico.
En este sentido, la función de los techos verdes está vinculada con la reducción del impacto de grandes lluvias, al mismo tiempo que ayuda a contrarrestar el efecto isla de calor, como así también los efectos sobre el bienestar de las personas.
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Se trata de sistemas de ingeniería que permiten el crecimiento de vegetación sobre estructuras edilicias -que pueden ser terrazas de edificios, casas o techos de cocheras- y proporcionan beneficios ambientales, económicos y sociales.
Asimismo, las cubiertas verdes están formadas por un conjunto de capas que tienen diferentes funciones. Entre estas se encuentra la capa de sustrato, cuya función es servir de soporte físico a la capa de vegetación, a la que suministra nutrientes, agua y oxígeno.
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Aprender sobre techos verdes urbanos, desde casa
Con el objetivo de profundizar sobre aspectos importantes y criterios constructivos sobre los techos verdes urbanos, el Consejo de los Profesionales del Agro, Alimentos y Agroindustria (CPIA) organizó jornadas virtuales con contenidos del INTA, destinadas a estudiantes y público en general.
En la página del CPIA, también se encuentran especificados los contenidos de cada una de las instancias y quiénes serán los disertantes, entre los que se destaca la investigadora del INTA Cerro Azul, Lorena Alejandra Barbaro, que desde hace años experimenta con sustratos para techos verdes.
Como parte de una experiencia llevada adelante por el Instituto de Floricultura del INTA, Barbaro destacó la incorporación de la zeolita como sustrato en techos verdes sustentables (extensivos): “Se trata de un mineral que tiene la capacidad de hidratarse y deshidratarse de forma reversible, pero que además libera nutrientes lentamente”.
De acuerdo con la investigadora, “los techos verdes extensivos requieren poco mantenimiento y, por lo tanto, necesitan de un sustrato particular, que drene bien y que tenga una baja concentración de nutrientes”. En este sentido, la zeolita (lavada previamente) es beneficiosa por la alta capacidad que tiene de absorber los nutrientes y liberarlos lentamente. De este modo, los techos verdes extensivos sólo necesitan ser fertilizados una vez al año.
Para quienes quieran acceder a los contenidos de manera asincrónica, virtual y gratuita, el recurso está alojado en INTA Procadis, donde también encontrarán otros materiales del Instituto de Floricultura del INTA para profundizar en la construcción de techos verdes sustentables.
Fuente: INTA Informa
