Los productores de Tierra del Fuego estiman realizar este año una producción de 700 toneladas de lana luego de la "pronunciada" disminución del stock de animales que afecta a la actividad en las últimas temporadas debido a la problemática de los perros asilvestrados, según explicó hoy a Télam el vicepresidente de la Asociación Rural de Río Grande, Sebastián Cabeza.
El dirigente detalló que la provincia redujo de 500.000 a 250.000 la cantidad de ovejas por la matanza que realizan los perros salvajes en zonas rurales, a la vez que concentró a los principales establecimientos laneros en la zona norte del Río Grande, donde el inconveniente es menos marcado.
Según detalló Cabeza, algunos recintos practican desde este mes el sistema de esquila preparto, aunque la temporada fuerte de esquila en la isla se produce "desde fines de noviembre y hasta fines de enero de cada año", indicó.
La lana que se cosecha en la provincia, proviene de "cruzas finas", que "no son las de más valor, pero que sí se encuentran en un estrato intermedio", señaló el productor.
"Los parámetros de calidad están limitados primero por el ambiente, y después por cuestiones de manejo de cada establecimiento. En general aquí se consigue una lana de buena calidad, muy solicitada, y se trabaja con animales de doble propósito para la extracción de lana y para la cría de corderos", relató el dirigente de la Asociación Rural.
La totalidad de la producción de lana fueguina se comercializa en el polo industrial textil de Trelew, a donde se la traslada en camiones que cada productor fleta de manera independiente o, en los últimos tiempos y en función de la disminución de la actividad, asociándose entre varios emprendimientos.
"Lamentablemente hemos retrocedido como sector por el impacto de los perros. Es un problema que empaña el resto de las problemáticas que tenemos. Aun así empleamos a 500 personas de manera directa y somos el primer paso de una rueda que luego suma mucho más gente en las distintas líneas de valor agregado", completó el productor fueguino.