Desde hace un mes y medio las pymes encaran a la clase política con un pedido claro: emergencia económica y social. Esta iniciativa incluye a todas las pequeñas y medianas empresas: las del comercio, la industria y la producción primaria.
Dentro de este último sector, las economías regionales son las que vienen desde hace años insistiendo por su falta de rentabilidad. “No es un problema de hace dos o tres meses, con la última devaluación, sino que viene desde hace bastante; hace mucho que los números no cierran”, decía en su charla con Radio Campo-por Radio Colonia- el director ejecutivo de CAME, Pablo Vernengo.
El representante de las pymes detalla que subieron los costos por la dolarización de insumos necesarios para producir, lo que incluye, por ejemplo, las tarifas de electricidad.
Además, caen sus ingresos porque el producto sigue aumentando en las góndolas, pero no crece el precio que reciben en las tranqueras de sus chacras, sino que se extiende la brecha entre lo que vale la producción y lo que paga el consumidor. A eso se le suma la presión tributaria que está lejos de poder bajar, y algo que, para Vernengo, está haciendo inviable el negocio para las economías regionales.
Hoy ya están en emergencia las actividades que destinan su producción al mercado interno, pero es un mercado poco rentable porque sigue cayendo el precio que se le paga al productor, y eso aumenta con cada devaluación. Las peras y manzanas y los cítricos dulces, son dos de las actividades más afectadas por esto.
A la vez, aunque la demanda exterior es grande para las frutas como las naranjas o mandarinas, explica, los números tampoco cierran para exportar, algo que tiene retenciones desde hace un año. “Eso hace que tengamos que conformarnos con el mercado local”, advierte.
La producción de arroz es otra de las economías complicadas. Es que se trata de una actividad que necesita en gran medida de la energía eléctrica para realizar el riego imprescidible. Las tarifas están dolarizadas y el dólar sigue aumentando, por lo que a la situación actual que los tiene sin poder levantar cabeza, le sumamos el agregado electoral que no ayuda.
Vernengo declaró que se dedicó exclusivamente a leer las propuestas y ve lo mismo que en otros años: las economías regionales no son tomadas con la atención diferencial que necesitan, al menos respecto de la producción tradicional de los commodities.
“Hoy el 60% de los productores argentinos vienen de las economías regionales, y nuestras actividades son las que mayor cantidad de puestos de trabajo generan, llegando a más de 900.000 de forma directa”, dijo.
En ese sentido, concluyó que “no tener un funcionario que conozca en plenitud los complejos de economías regionales, significa que no le dan importancia”, y admitió que “tendremos, seguramente, en el próximo período, una visión acotada de la producción, como hemos tenido en los últimos cuatro años y en la administración antrerior”.