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Tras advertencia de paralización de Vaca Muerta, el Gobierno se comprometió a dialogar con todos los sectores

Tras la advertencia de paralización de Vaca Muerta ante la falta de insumos críticos frenados por la falta de autorización de SIRAs, el Gobierno buscó llevar tranquilidad al sector petrolero. Funcionarios se reunieron con el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, Marcelo Rucci, y el...

Tras la advertencia de paralización de Vaca Muerta ante la falta de insumos críticos frenados por la falta de autorización de SIRAs, el Gobierno buscó llevar tranquilidad al sector petrolero.

Funcionarios se reunieron con el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, Marcelo Rucci, y el titular de Catheda, Guillermo Pereyra, y se comprometieron a una mesa de trabajo para gestionar las importaciones de insumos la semana próxima.

Vaca Muerta

Los funcionarios nacionales que participaron del encuentro fueron Guillermo Michel, titular de Aduana, Flavia Royón, secretaria de Minería y Energía, y el subsecretario de Comercio Exterior, Germán Cervantes y se comprometieron con Rucci y Pereyra a convocar a las empresas que manifestaron tener problemas con la importación de insumos y equipamiento. 

De ese encuentro, que se hará la próxima semana, también participarán las organizaciones sindicales, para volver a analizar la situación y buscar una solución definitiva.

La falta de insumos críticos para Vaca Muerta generó un cimbronazo en la industria hidrocarburífera. 

Alertaron sobre la necesidad de que se flexibilice la autorización de importaciones en virtud que había insumos para un mes de producción, o mes y medio a lo sumo, y luego podría haber paralizaciones.

Rucci expresó: "Queremos encontrar soluciones a este problema que nos afecta directamente, ya que pone a los trabajadores en riesgo de despidos o los deja con menor carga horaria, algo que no podemos permitir", y al finalizar la reunión añadió: "Las obras de infraestructura que se están construyendo o ya están en funcionamiento, como el Gasoducto Néstor Kirchner o el Oleoducto a Chile, requieren un aumento significativo en la cantidad de equipos, y esto no está sucediendo".

"Si realmente existieran todas las complicaciones que dicen que hay de importaciones de industria y para Vaca Muerta tendríamos a todos los canales de televisión transmitiendo en vivo las fábricas cerradas", dijo Michel en contraposición en una entrevista para el programa Desiguales, en la Televisión Pública horas después de recibirlos.

Y reforzó su apreciación: "Yo no conozco una sola fábrica que haya cerrado por falta de insumos o un solo pozo en Vaca Muerta que haya finalizado la operatoria por esto".

Sugestivamente, mientras ocurría la reunión, la Aduana daba a conocer que la firma DLS ARGENTINA LIMITED apeló a maniobras irregulares para concretar la importación de insumos industriales a ser usados en Vaca Muerta y le reclamó el pago de $1.160 millones en concepto de aranceles y multas.

Desde la Cámara de Servicios Petroleros, reconocieron que hay faltantes de trépanos de perforación, repuestos para herramientas de perforación direccional, repuestos para compresión, válvulas, cabezales, tuberías, rodamientos, insumos químicos y módulos electrónicos, entre otras piezas específicas.

Además, distintos actores reconocen que se están desarmando equipos para sacar repuestos y colocárselos a otros para hacerlos funcionar, lo que atenta también contra la seguridad de los trabajadores.

La situación tomó temperatura y el Sindicato de Petróleo y Gas sacó una solicitada alertando que La Aduana (el propio Gobierno) estaba frenando el desarrollo de Vaca Muerta y que si no re regularizaban las importaciones, y se suspendían empleados iban a parar la actividad de manera total.

En el documento se advertía que "en las ultimas tres semanas se había liberado sólo el 7% de las SIRAS, que había empresas que estaban desarmando equipos para usarlos como repuesto de otros y hay operadoras que solo tienen herramientas para funcionar un mes".

A su vez, alertaban del problema de que las empresas empiecen a suspender empleados o bajarlos a la base, con la consecuente baja en la producción y merma en los sueldos de los empleados e ingresos del país.

Por cada mes que se frena la actividad, se dejan de producir hasta un millón de barriles, equivalentes a 80 millones de dólares, detallaba la solicitada.