Un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario analizó los efectos de las lluvias de los últimos días. Según indican, la franja este de la región núcleo enfrenta complicaciones tras las recientes precipitaciones, con acumulados superiores a los 100 mm. Esta situación ha resultado en lotes de soja bajo agua y maíces con atrasos en la cosecha, además de riesgos de pérdida de calidad de semilla debido a condiciones de vuelco y quebrado. Por otro lado, las precipitaciones también han contribuido a mejorar las reservas de agua del suelo, lo que es una noticia positiva de cara a la siembra fina.
Los pronósticos a corto plazo son alentadores, sin lluvias esperadas hasta al menos el miércoles 27, lo que permitiría avanzar en la cosecha. Esa estabilidad ofrece una ventana de oportunidad para las actividades agrícolas antes de la probabilidad de chaparrones aislados e intermitentes sobre el oeste y sudoeste de la zona. Según los expertos, la última parte de marzo se proyecta como un período más seco en comparación con las primeras semanas del mes, lo que podría facilitar la recuperación de los cultivos y las labores de cosecha.
Por otro lado, los suelos de la región núcleo siguen acumulando humedad, alcanzando niveles de óptimos a excesivos en el sector este, y de regulares a adecuados en el oeste. Mientras algunas áreas mantienen proyecciones de rendimiento optimistas gracias a condiciones climáticas más favorables, otras enfrentan el desafío del exceso de humedad y sus posibles impactos en la calidad de los cultivos.
La cosecha de maíz temprano se encuentra en una etapa inicial, con un avance de tan solo el 11% debido a las lluvias recurrentes.
La mayoría de los cuadros están a la espera de que descienda la humedad de los granos y haya piso para entrar nuevamente con las maquinas. Los productores estiman poder retornar a las labores cuanto antes y resaltan que evaluarán la posibilidad de cosechar aún cuando la humedad del grano sea mayor a la requerida para su comercialización (14,5%): ”el limite será 18 a 19% de humedad para evitar tener que afrontar abultadas sumas por secado, en particular en aquellos productores que alquilan las tierras”, dicen desde Bigand, provincia de Santa Fe.
En el noreste de Buenos Aires y sur de Santa Fe, el temporal ha afectado la condición de la soja de primera, aumentando los lotes en condiciones regulares a malas. Sin embargo, en otras zonas de la región, las precipitaciones no han generado mayores problemas, y se esperan beneficios para la soja de segunda que aún está llenando granos.