Los programas de Bayer en el ámbito de la sustentabilidad se extienden no sólo a nivel local sino a nivel mundial, con metas globales claras como las “Emisiones Cero” para el 2040, con diferentes etapas de cumplimiento. Así lo revelaba en diálogo con Radio Campo, Luciano Viglione, miembro de la empresa.
En la Argentina, los programas de sustentabilidad están básicamente ligados al agro en toda su cadena, desde la investigación hasta las disposiciones finales de envases, pasando por las aplicaciones y por la decisión de qué hacer con los rastrojos que van quedando, o por temas importantes como el monocultivo o la forestación.
El trabajo local está basado en buscar certificaciones para la producción agropecuaria, para demostrar que todo el trabajo que se hace es sustentable. Para eso -explica- hay un tema crítico a tratar que genera incertidumbre en la sociedad, como la aplicación de agroquímicos.
Uno de los proyectos que ocupa a la compañía en nuestro país está en la Municipalidad de Casilda, en Santa Fe. Allí, un grupo de desarrolladores locales generó un sistema de monitoreo de aplicaciones que implica que en las zonas periurbanas, cuando vaya el “mosquito” a aplicar, la gente del municipio o los habitantes podrán tener en su celular un control de si se aplica bien o no, qué se está aplicando, y si las condiciones de viento, temperatura y humedad -por ejemplo- son las correctas para hacerlo.
“Sustentabilidad es ser transparente”, asegura, y advierte que, si bien la gran mayoría de los productores agropecuarios argentinos “hacen las cosas bien”, salen a la luz los pocos casos en los que no sucede, por eso llevar el control a la sociedad disipa los miedos ante el desconocimiento de lo que puede estar pasando.