Uno de los atractivos de este sábado en la Expo es la feria de emprendedores sociales “Corazones Abiertos”, montada en el Salón Rojo con casi una treintena de organizaciones no gubernamentales (ONGs) y fundaciones que comprometen su servicio comunitario por el bienestar de distintas comunidades de nuestro país. La feria es una valiosa herramienta que aporta visibilidad y, además, es un puente para que los visitantes de la Expo Rural puedan sumarse a colaborar con los proyectos.
El Alfarcito
El Alfarcito es una escuela secundaria de montaña a la que asisten alumnos que han terminado el nivel primario en escuelas plurigrado ubicados en 25 comunidades, caseríos, de la zona de San Antonio de los Cobres y Quebrada del Toro, a algunas de las cuales actualmente no se puede acceder con vehículos. La obra fue creada por el Pbro. Sigfrido Maximiliano Moroder -Padre Chifri-, y hoy la continua un grupo de laicos.
“Estamos a 80 kilómetros de Salta y las comunidades de las que vienen nuestros chicos están entre 1500 y 4000 metros de altura”, dijo Milagros Aguerre, a cargo de Desarrollo Institucional y Apertura Comunitaria, para los proyectos extracurriculares. Comentó que hay niños que caminan más de 10 horas para llegar a la Escuela, donde permanecen durante toda la semana.
El Padre Chifri fue a misionar a esa zona en 1999, y las condiciones que observó lo inspiraron en su acción. El inicio fue con artesanos y, con el correr del tiempo, impulsó una cooperativa de productores de papines andinos; mientras en el ínterin se gestaba la escuela secundaria de montaña. “Lo primero era promover la cultura del trabajo, y revalorizar toda esa riqueza que ellos tienen”, reseñó Aguerre.
El secundario de montaña favorece el arraigo y la igualdad de oportunidades para los jóvenes que eligen quedarse en el cerro. Más información en: www.colegioalfarcito.edu.ar
Fe y Alegría
Soledad Medina, Paula Torres y Mercedes Gaitán, en el stand de Fe y Alegría explicaron que es “una ONG global de la Compañía de Jesús que promueve proyectos de transformación personal y comunitaria, a través de la educación en contextos de pobreza y exclusión”.
Originada en Venezuela en 1955, está presente en Argentina desde 1996, brinda educación a más de seis mil alumnos de siete provincias mediante una red de escuelas y centros comunitarios propios. “Acompañamos a las comunidades en el descubrimiento y en el desarrollo de sus capacidades, para que sean protagonistas de un futuro con más y mejores oportunidades”, dijeron.
Fe y Alegría beneficia a casi un millón y medio de personas, más unos cincuenta mil educadores que se capacitan en diversos países. “La educación de calidad es una problemática en Argentina y debemos comprometernos a mejorarla entre todos”, concluyeron. La web es www.feyalegria.org.ar
Fundación Brincar
“Fundación Brincar, por un autismo feliz” expone los productos elaborados por las personas a las que asiste, ofreciéndoles mejores condiciones de inserción laboral, brindando preparación en oficios.
“Trabajamos por una mejor calidad de vida de las personas con autismo, desde el diagnóstico y a lo largo de toda su vida adulta. También acompañamos a las familias en espacios gratuitos de encuentro y orientación familiar, con una biblioteca virtual con la última información sobre autismo”, explicó Carina Morillo, co fundadora de la ONG.
Referido a la formación, destacó un acuerdo que rubricaron con la Universidad Católica de Salta, ofreciendo desde hace cuatro años una Diplomatura en Autismo, además de un curso gratuito denominado “Autismo de la A a la Z”, al que han accedido más de treinta mil personas. “Trabajamos por más accesibilidad y más oportunidades de inclusión”, sintetizó. En redes sociales están como @brincarautismofeliz y la web es www.brincar.org.ar
Luz de esperanza
Tomás Montemerlo es Director Ejecutivo de la Asociación Civil Luz de esperanza, que trabaja en la reinserción laboral de personas que están en tratamiento por consumo. Tienen un taller donde fabrican velas artesanales, ubicado en el Barrio Mujica de CABA, donde también funciona un taller textil.
“Las personas vienen unas horas a empezar una reinserción socio laboral, mientras siguen con su tratamiento”, indicó Montemerlo, destacando que “para algunos es el primer trabajo después de mucho tiempo, y para otros el primero de su vida. Damos esa oportunidad para que puedan continuar con la reinserción que buscan”.
Para llegar a las personas articulan con centros barriales y, además, cuentan con equipos profesionales donde hay psicólogos; y en la Asociación Civil hay trabajadores sociales que acompañan durante todo el proceso. “Han pasado más de 300 personas por nuestros talleres”, dijo con orgullo. Más información en www.luzdeesperanza.org.ar y @luzdeesperanza.ong en redes sociales.
