En los últimos días Summit Agro lanzó otra de sus innovaciones, aunque esta vez el desarrollo viene de la mano de la ciencia y el conocimiento de Argentina, gracias a la participación del Conicet.
En diálogo con Palabra de Campo, Marcos Mares, presidente de Summit Agro para Argentina, el gerente de Marketing, Juan Manuel Birolo, y la responsable de Gestión y Desarrollo de la firma, Mara Paván, explicaron de qué se trata y cuál es la nueva apuesta de la marca.
Para ellos, poder transferir tecnología desarrollada por el Conicet desde Tucumán a los productores de toda la Argentina “es una satisfacción enorme”, ya que no sólo se trata de una innovación y algo que favorecerá al medio ambiente, sino que representa la interacción entre las instituciones públicas nacionales, el Conicet, las Universidades, estaciones experimentales, y los privados.
Desde su lanzamiento, indicaban que se trata de una iniciativa interesante porque no es un fungicida en sí, y sin embargo está contribuyendo al manejo de enfermedades fúngicas, tanto en los cultivos de cereales como de soja, por ejemplo.
El mismo tiene una respuesta positiva frente al ataque de las enfermedades fúngicas, mostrando un efecto preventivo. La idea consiste en una aplicación diferente a los tiempos con los que se usan los fungicidas, explicaron, porque se hace el foco en el momento de aplicar para que la planta, el cultivo, exprese todo el potencial de su sistema de defensa.
¿Qué le otorga al cultivo?
Lo que hace es mejorar el estado general del cultivo y poner en marcha su sistema de defensas, preparándolo para antes de que ingresen las enfermedades.
Como consecuencia -indicaron- tienen una respuesta en rendimiento, ya que el cultivo se defiende mejor frente a las adversidades. El resultado es una mejora de rendimiento y de calidad de las semillas, que se ve incluso con mayor relevancia en cultivos destinados a semillas y no sólo a granos.