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"Tenemos que lograr que Vaca Muerta sea el corazón energético del Mercosur", dijo el CEO de la petrolera PAEG

El CEO de Pan American Energy Group (PAEG), Marcos Bulgheroni, resaltó la importancia del yacimiento de Vaca Muerta al señalar que puede transformarse en "el corazón energético del Mercosur". Así se expresó el directivo al participar del Foro Abeceb para analizar al sector energético a nivel global, y,...

El CEO de Pan American Energy Group (PAEG), Marcos Bulgheroni, resaltó la importancia del yacimiento de Vaca Muerta al señalar que puede transformarse en "el corazón energético del Mercosur".

Así se expresó el directivo al participar del Foro Abeceb para analizar al sector energético a nivel global, y, en particular, la oportunidad que tiene la Argentina para transformarse a partir de ese recurso.

El mayor inversor petrolero privado del país realizó una exposición en el panel titulado "La transición energética como impulsora de la transformación industrial" y destacó la oportunidad que representa Vaca Muerta para el posicionamiento de la Argentina en una nueva etapa de integración regional.

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Bulgheroni señaló que, en la transición energética, "la matriz de hidrocarburos va a seguir siendo un factor importante" por mucho tiempo, particularmente el gas y, según su visión, probablemente habrá "una transición en la cual haya varias tecnologías que convivan y que compitan en el tiempo, hasta que una termine siendo la dominante" según la región.

El CEO de PAE, consideró que la nueva configuración del mapa energético global traerá aparejado "precios más altos" y aumento de los flujos de comercialización. En esta línea, consideró que la situación "es una gran oportunidad para proveedores alternativos, no tradicionales, en particular en Latinoamérica y en Vaca Muerta, una oportunidad que no tenemos que dejar que se pierda".

"Las reservas de gas en Vaca Muerta son muy importantes. Tenemos que hacer que sea el corazón de una regionalización del mercado de gas como mínimo en Sudamérica, y principalmente del Mercosur. Va a comunicar a todos los países, con Chile y Bolivia, en una gran red de infraestructura y motor de crecimiento", señaló.

"Con nuestros vecinos en Chile ya tenemos gran parte de la infraestructura hecha en el centro y en el sur. Se puede incrementar la capacidad en el norte. Después de 15 años, este 2023 empezamos a exportar 400.000 metros cúbicos día (m3/d), y con relativamente poca inversión puede subir a tres o cinco millones de m3/d y reemplazar el uso del carbón. Uno podría esperar que, a Chile, en vez de exportarle 10 millones m3/d, podemos llegar a 17 millones", agregó.

Luego señaló que está el corredor norte de la integración a través de Bolivia. "La reversión de todo el sistema norte de gasoductos nos va a permitir conectar las moléculas de Vaca Muerta con Río de Janeiro y con San Pablo. Después, en la parte sur del anillo, se puede sumar otros 30 millones de m3/d al sistema. Y por supuesto, el GNL no solo permite conectarte regionalmente, también global", apuntó.

En el contexto mundial, el empresario aseguró que "el año 2023 pasa a ser el primero de la ‘nueva normalidad’. Tuvimos eventos que impactaron muy fuerte en la industria, como el COVID19 y la guerra en Ucrania. En el año 2023 volvemos al equilibrio de una nueva era", expresó el empresario petrolero.

Bulgheroni sostuvo que esta nueva normalidad llegó con precios internacionales del barril de petróleo más altos, en torno a US$90. "Esto se debe, en parte, a que China volvió al mercado a consumir petróleo y gas después del cierre del COVID, y en parte también porque los países productores limitaron su oferta", indicó en referencia a la menor producción que proponen las naciones miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ampliado (OPEP+), como Arabia Saudita y Rusia.

Otro cambio en esta nueva realidad es que se modificaron los flujos de exportación, afirmó el empresario petrolero. "Antes los flujos iban de Rusia a Europa, principalmente, ahora cambió el flujo de esas moléculas. Rusia empieza a venderles a India, China y al resto de sudeste asiático, mientras que Europa empieza a mirar hacia el Occidente y empieza a comprarles más a Estados Unidos, algo a África y también algo a América Latina. Hay una suerte de división del mapa de la energía después de la guerra", explicó.

Sobre el conflicto en Medio Oriente, iniciado luego del ataque terrorista de Hamas a Israel, aseguró que los efectos "por ahora son acotados". Pero pronosticó que podría haber un impacto mayor si se regionaliza. "Eso tendrá efectos en la reducción de la oferta, porque Irán sería sancionada y tendría que bajar sus niveles de producción. También tendría un efecto en la logística, porque gran parte de los barriles pasan por el Golfo Pérsico. 

También tendrá efectos en la demanda a través de una potencial recesión y una suba de tasas", analizó Bulgheroni. 

Con relación a las demandas sobre la industria petrolera para adaptarse a la transición energética a fin de paliar el cambio climático, el empresario dijo que el sector "está evolucionando".

Y agregó: "Hasta ahora, la industria en gran medida ha tratado de resistir y decir que no es el culpable. Finalmente, se decidió que tiene que ser parte y seguirá haciendo todos los esfuerzos posibles para ser protagonistas de la transición energética con un menor impacto ambiental", dijo Bulgheroni.

En este sentido, consideró que la industria de petróleo y gas deberá producir con menor intensidad de carbono, junto con otras industrias que son grandes emisoras, como las cementeras, las de aluminio o las de acero y señaló que otros sectores también deben incluidos en el cambio de paradigma, entre ellos, mencionó la expansión de la energía renovable y la tecnología de captura de carbono.

Bulgheroni señaló que "la realidad de la industria se expone y no es solo la voluntad de querer cambiar. La industria tiene claro que hay un problema y que tiene que ser parte de la solución. Pero nadie sabe cuál es la solución, cuál es la tecnología adecuada para, mágicamente, proveer energía bajando las emisiones.

"Al mismo tiempo que tenemos que proveer energía a cada vez más personas, tenemos que bajar la intensidad del carbono que utilizamos. No podemos hacer una cosa sin la otra, pero la realidad es que todavía no existe una tecnología que resuelva todos los problemas. Por eso, durante muchos años convivirán y competirán las tecnologías según las distintas regiones en el mundo, con los hidrocarburos como factor de producción dominante por mucho tiempo más", concluyó.

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