En la Argentina actual existen más de 300 robots instalados en los sistemas productivos de leche, y más del 20% de los tambos argentinos cuentan con algún tipo de tecnología incorporada.
“La automatización, los sensores y la robótica son herramientas cada vez más adoptadas por los tamberos y que ganan terreno en la lechería, a pesar del contexto”, aseguró Miguel Taverna, coordinador nacional de lechería del INTA.
De acuerdo con el especialista, aplicar la inteligencia artificial a la lechería permite contar con “información estratégica para la toma de decisiones correctas”, disminuyendo el margen de error en las empresas y sus unidades productivas.
De esta manera, es posible gestionar de un modo mucho más preciso el sistema de producción, siendo eficiente en el uso de los recursos, lo que mejora los factores económicos y ambientales del tambo.
Es que un tambo inteligente requiere del uso de sensores que permiten monitorear prácticamente todos los aspectos que involucra el sistema: desde el comportamiento del animal, la ingesta, su salud y hasta aspectos hormonales.
Por eso, desde INTA recomiendan incorporar las tecnologías de la comunicación y de la información, así como la automatización y la robótica que permiten transformar esos planteos en campos eficientes y sustentables.
Producir con robots
Para Taverna, “producir de manera inteligente nos permite ser eficientes en el uso de los recursos, al tiempo que las tecnologías posibilitan trazar, mostrar y generar información objetiva sobre las condiciones en las que estamos produciendo leche en la Argentina”.
En este punto, el especialista, no dudó en asegurar que esta información permite “dar respuestas a las demandas de los consumidores y mercados internacionales”, quienes quieren saber con cierta precisión las condiciones en las que se producen los alimento”.
“Si somos inteligentes y comunicamos los datos, podremos lograr un reposicionamiento del sector frente a la sociedad como una actividad productiva no contaminante, alineada a las demandas internacionales ambientales de emisiones y del uso de los recursos escasos como el agua, entre otras buenas prácticas”, subrayó Taverna.
Los beneficios
Entre las ventajas de la incorporación de estas tecnologías a los tambos, los profesionales e investigadores destacan que son herramientas que pueden ser adoptadas independientemente de la escala del tambo. Si bien es cierto que las empresas de mayor escala tienen mayores posibilidades, también son accesibles a producciones familiares. “Son innovaciones que se pueden incorporar de manera progresiva”, resalta Taverna.
A su vez, puntualizando en la robótica y la automatización, sostiene que permiten mejorar la calidad de vida de los trabajadores, al simplificar las tareas del tambo, lo que, además, impulsa el arraigo territorial de las familias tamberas y las nuevas generaciones de productores.
Para reforzar estos conceptos, INTA organiza el Curso de Tecnologías Inteligentes que comenzará a desarrollarse el próximo 24 de abril, en un formato accesible y virtual, que tendrá ocho módulos. Las temáticas que se abordarán en esta capacitación dirigida a profesionales, van desde la identificación electrónica de los animales hasta la gestión estratégica de la información para la toma de decisiones.