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Volver a subirse al tren exportador: una oportunidad de desarrollo para nuestro país

En la actual globalización el comercio mundial es una pieza clave para el desarrollo económico de los Estados- Nación. Existen diversas evidencias en que la apertura de las exportaciones e importaciones no solo impulsan el desarrollo económico, sino que también favorecen al intercambio de capitales culturales, tecnologías aplicadas...

En la actual globalización el comercio mundial es una pieza clave para el desarrollo económico de los Estados- Nación. Existen diversas evidencias en que la apertura de las exportaciones e importaciones no solo impulsan el desarrollo económico, sino que también favorecen al intercambio de capitales culturales, tecnologías aplicadas y mejoras en los recursos humanos. El denominador común es el valor agregado que propicias el sistema económico.

Así las cosas, un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pone de manifiesto que las exportaciones por mercancías y servicios superaron algo más de 32 billones de dólares (millones de millones) durante el 2023.

Si establecemos una analogía, es el equivalente a casi 51 veces la producción de bienes y servicios finales (PBI) de Argentina en el mismo año, con lo cual el potencial mercado para la exportación se puede pensar infinito.

A pesar de dicha perspectiva, nuestro país “parece haber perdido el tren exportador, del cual fue uno de los principales motores hasta la década del cincuenta. En lo que respecta a la exportación de mercancías”, declara Francisco Rubies en un informe realizado para la Bolsa de Comercio de Rosario.

En este sentido, es válido pensar que la República Argentina perdió la fuerte presencia internacional.

Es que, si tomamos los promedios anuales, nuestro país se ubicaba en el puesto 22, dentro de 200 países, durante la década del 50 en referencia al valor de las exportaciones. La participación en ese entonces era del 1,12 % sobre las exportaciones mundiales.  Solamente la superaban Brasil, que se ubicaba en la 15va posición (1,60% de participación en el total), y Venezuela con su 13ra posición y una participación de 1,80%.

En la década del sesenta las posiciones en la región no se modificaron demasiado. Argentina perdía 3 lugares, Brasil 7 y Venezuela, también 3.

La fuerte baja se inició en la década del setenta, donde Argentina pasa del puesto 25 al 42. Es así que a partir de ese entonces nunca volvió a ubicarse entre los primeros 30 países exportadores. La participación anual en el mercado global fue 0,30 %.

En el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, destacan que “en el año 2023, las exportaciones de Argentina sumaron 66.788 millones de dólares, un 24% menos que en el año previo: esto significó una participación del 0,22% en las exportaciones mundiales”.

Nada queda de aquel país que en la década del cincuenta marcó una participación promedio del 1,22%,

En este sentido, el estudio expresa que los cálculos, de haber mantenido la participación, “actualmente se exportarían 306.500 millones de dólares y nos ubicaríamos cerca del puesto 27”.

De todas maneras, dichos números son inasequibles en el corto plazo, porque para ellos habría que revertir un menoscabo de tres décadas.

Pero, si se analiza la evolución de los últimos tres lustros y lo que va del actual, se advierte que Argentina detenta la segunda posición como exportador neto de servicios de entre los principales países de Sudamérica, mientras que se ubica alrededor de la posición 50 en el ranking mundial. Brasil mantiene la mejor performance, al igual que con las mercancías, y ronda el ranking 30 en la tabla global.