
Desde ayer, el fruto de la palmera yatay (Butia yatay) ya forma parte del Código Alimentario Argentino (CAA). Esta importante incorporación, publicada en el Boletín Oficial, se concretó a través de una resolución conjunta de las Secretarías de Gestión Sanitaria y de Agricultura, Ganadería y Pesca. El yatay ahora figura en el Artículo 888 del Capítulo XI – ALIMENTOS VEGETALES del CAA, bajo el apartado "OTRAS".
La decisión fue impulsada por el Instituto Control de Alimentación y Bromatología (ICAB) de Entre Ríos. La resolución destaca que la palmera yatay es una especie subtropical endémica de Sudamérica, con presencia en Argentina en las provincias de Corrientes, Santa Fe y especialmente en Entre Ríos (departamentos Colón, Concordia, Paraná, Villaguay y Federal).
El fruto del yatay puede consumirse fresco o utilizarse en diversas preparaciones, aprovechando su pulpa, semillas o fibra. Incluso, se han hallado vestigios de su consumo en antiguas poblaciones originarias de la Mesopotamia argentina, que vivían de la caza, pesca, recolección y horticultura.
Un paso histórico: El yatay ingresa al código alimentario argentino
La inclusión del yatay en el CAA no solo otorga un marco regulatorio para su comercialización en todo el territorio argentino, sino que también "permite mantener la biodiversidad de especies nativas, revalorizar las tradiciones y respetar la soberanía alimentaria de nuestros pueblos", según amplía la resolución.

Aunque la aprobación de esta incorporación se dio en septiembre del año pasado, su formalización se concretó con la reciente publicación en el Boletín Oficial. El proceso incluyó la presentación de la solicitud, la elaboración del proyecto de resolución, la evaluación del Consejo Asesor y una consulta pública, obteniendo la aprobación sin objeciones en una reunión de la Comisión Nacional de Alimentos (Conal).
Karina Meier, directora del ICAB, celebró esta resolución en un artículo del portal de prensa del Gobierno de Entre Ríos, enfatizando que el CAA es la norma que rige la elaboración de alimentos para consumo humano. "Creamos las bases para que, ahora que la fruta está incorporada al código, poder registrar subproductos como licores o dulces", explicó Meier.
La funcionaria concluyó que la intención es aprovechar este alimento cuidando la biodiversidad y el recurso. Además, esto implica un impulso para la inclusión social de distintos grupos de trabajo, brindando oportunidades laborales para jóvenes y mujeres en el cultivo y cosecha del yatay.