A través de su Sistema de Información Agrícola (Siber), la entidad detalló que 23% presenta una condición muy buena; 57%, buena; 18%, regular; y el 2% restante, mala.
Durante esta campaña 2017/18 el clima "ha sido propicio para el desarrollo de enfermedades", con lotes "con baja densidad de plantas por hectáreas" debido a los "excesos hídricos al momento de la siembra", señaló.
Los principales inconvenientes observados son "fechas de siembras muy tardías, escaso desarrollo de las plantas, variedades muy susceptibles al ataque de hongos y problemas de anegamiento que ocasionó baja densidad de plantas".
Personal del organismo y colaboradores de la Bolsa analizaron los lotes y detectaron que la alta presencia de la principales enfermedades generó que "la mayoría de los productores realicen aplicaciones de fungicidas al cultivo", e incluso indicaron que evalúan "una segunda aplicación".
Para la Bolsa de Cereales entrerriana, por el "mal estado de los caminos" no pudieron realizarse tratamientos a los cultivos, lo que "empeoró su condición".
En cuanto al lino, el Siber indicó que presenta una condición general muy buena (8 por ciento), buena (75 por ciento) y regular (17 por ciento), con una "desmejora del cultivo" respecto a la semana anterior por el "exceso de agua que ocasionó una reducción en el stand de plantas" y las heladas que "afectaron la floración".
Aunque los colaboradores del organismo destacaron que la sanidad "es buena", se detectó la presencia de roya y de oruga medidora, realizando los correspondientes controles.
En tanto, la condición general de la colza fue calificada por la red de colaboradores como buena, ya que no se detectaron inconvenientes por problemas sanitarios o por insectos plagas, y los primeros lotes "podrían cosecharse hacia fin de mes".
