
Cada 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té, una fecha que busca visibilizar la importancia cultural, económica y social de una de las bebidas más consumidas del planeta. Aunque muchas veces se la asoció a países como China, India o Japón, la Argentina también tuvo un rol destacado en el mapa del té ya que fue el noveno productor mundial y el principal exportador de América Latina.
La efeméride fue impulsada por la ONU en 2019 con el objetivo de promover el consumo responsable, apoyar a las comunidades productoras y destacar los beneficios de esta bebida milenaria. En nuestro país, la actividad se concentró principalmente en Misiones, donde miles de familias dependen del cultivo y la elaboración del té para su subsistencia.
Además de su impacto en el desarrollo regional, el té argentino logró consolidarse en mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos, Chile, Europa del Este y Medio Oriente. Aunque gran parte de la producción se destinó a la exportación, en los últimos años el consumo interno también creció, impulsado por una tendencia hacia hábitos más saludables.
A esto se suma una gran variedad de infusiones que se adaptan a distintas necesidades y gustos:
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Té de boldo: ayuda a la función hepática, por lo que se lo asocia con la buena digestión y depuración del organismo.
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Té blanco: se considera que ayuda al antienvejecimiento y fortalece el sistema inmunológico.
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Té verde: cuenta con antioxidantes que protegen las células del organismo, reduce el riesgo cardiovascular, mejora la función cerebral y promueve la pérdida de peso.
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Té de tilo: famoso por sus efectos relajantes, es utilizado para calmar el sistema nervioso y facilitar el sueño.
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Té de manzanilla: alivia trastornos digestivos y, al no tener teína, favorece el descanso.
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Té de rosa mosqueta: con altos niveles de vitamina C, protege el sistema inmunológico y posee propiedades antioxidantes.
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Té rooibos: sin teína y rico en minerales, es ideal para personas con hipertensión e insomnio.
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Té de jengibre: gran aliado del sistema inmunológico, también alivia náuseas y mejora la digestión.
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Té de menta: por sus propiedades refrescantes y digestivas, alivia el estrés y las náuseas.
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Té de lavanda: ayuda a reducir la ansiedad, calmar los nervios y aliviar síntomas menstruales.
En tiempos donde se revalorizó lo natural y lo local, el té argentino se posicionó como una alternativa saludable, con historia, con aroma a tierra colorada y con el esfuerzo de quienes lo cultivan día a día. Celebrar su día fue también reconocer el trabajo detrás de cada taza.