
Un informe de la BCR indica que “un mes después del último ajuste en los márgenes y tras la reducción de retenciones, los números en las planillas muestran una leve mejoría.” La soja en campo propio es el cultivo que presenta una primera señal de recuperación, con un aumento de 36 dólares por hectárea respecto al mes anterior, impulsado por un incremento del 3% en el precio a cosecha. Los márgenes para soja alcanzan 350 dólares por hectárea. En contraste, el maíz y el trigo en campo propio registran retrocesos, principalmente debido a una caída de entre 2% y 3% en sus precios a cosecha. El margen del maíz temprano es de 378 dólares por hectárea, 27 dólares menos que el mes previo, y el trigo baja a 82 dólares, con una reducción de 3 dólares.
Márgenes y mejoras de estos
Los márgenes, reportan, no mejoran significativamente mientras los precios a cosecha no repunten, a diferencia de lo que ocurre con los precios del mercado disponible. Este desfasaje impacta especialmente en el costo de los arrendamientos, que se calculan tomando como referencia el precio disponible de la soja. Con el aumento reciente de la oleaginosa, el costo del alquiler para 18 quintales por hectárea subió de 478 a 575 dólares. En cuanto a insumos, no hubo grandes variaciones: la urea pasó de 610 a 620 dólares por tonelada, y el MAP aumentó de 920 a 950 dólares por tonelada.
Por otra parte, destacan que después de cuatro años de inviernos extremadamente secos, los lotes de trigo comienzan a mostrar señales de alivio y optimismo. “Aunque se observan algunos focos aislados de enfermedades y variedades sensibles, estos no revisten gravedad, según explican desde Corral de Bustos. En Bombal, incluso se está evaluando la posibilidad de aplicar fertilización foliar”, expresan.

Así las cosas, destacan que, en María Susana, el cultivo avanza en pleno desarrollo vegetativo, alcanzando un promedio de 2,5 macollos por planta en parcelas con alta densidad. Los días fríos, si bien ralentizan el crecimiento, favorecen la formación de macollos. “Un dato técnico importante es que el trigo ya está cerrando el espacio entre hileras en el 50% de la región, lo que ayuda a limitar la competencia con malezas”, revelan.

La campaña 2025/26 de trigo muestra la mejor condición en seis años
Actualmente, el 90% de los lotes en la región núcleo están en estado excelente o muy bueno. Para encontrar un panorama similar hay que remontarse al ciclo 2019/20, cuando el 80% de los lotes estaban bajo estas condiciones en esta época del año. Seis años atrás, las lluvias de julio contribuyeron a un inicio destacado para el cereal. En comparación con la temporada récord 2021/22, donde sólo el 42% de los lotes alcanzaba estos niveles de calidad, el panorama actual es más alentador. Ese año comenzó con reservas hídricas ajustadas y fue mejorando con el tiempo. Ahora, la disponibilidad de agua en el suelo es notablemente mayor, lo que permite ajustar las fertilizaciones. Aunque aún falta camino por recorrer y existe preocupación por las enfermedades, las encuestas reflejan optimismo y buenas expectativas.

¿Un agosto más seco y frío para reducir la presión de enfermedades?
Por último y respecto al clima, Alfredo Elorriaga expresó que “un centro de alta presión al sur de La Pampa está impulsando la llegada de aire frío al centro del país, aumentando la estabilidad atmosférica y provocando un descenso de temperaturas que genera un ambiente frío y seco”. Esta condición podría mantenerse hasta el 15 de agosto. Sin embargo, el invierno está mostrando un comportamiento muy variable, con precipitaciones atípicas, lo que dificulta las previsiones. Los pronósticos indican que la circulación de aire frío seguirá favorecida por la alta presión, manteniendo condiciones típicas de invierno, con bajas temperaturas y pocas lluvias. La falta de precipitaciones importantes se espera para la primera década de agosto y, salvo cambios abruptos, podría extenderse a la primera quincena.
