
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, informaron en un reporte que en lo que va de 2025, la región núcleo ya alcanzó e incluso superó sus medias históricas de precipitaciones, con un julio decisivo que permitió darle un inicio firme al trigo y consolidar su excelente condición. Hoy, 9 de cada 10 lotes se encuentran en estado óptimo.
“El aporte de precipitaciones de julio fue decisivo para darle un arranque firme al trigo y sostener su condición: 9 de cada 10 lotes están en estado óptimo. El girasol asoma con un aumento de área que está entre 2 y 3% y con mejores números que la soja en ambientes marginales”, destacan dese la entidad.
Lluvias en la región núcleo
En tanto, manifiestan que, en el noreste bonaerense, los acumulados “van de 600 a 650 milímetros, con casos destacados como Chacabuco (1.040 mm), Baradero (955 mm) y Pergamino (761 mm). En el sur santafesino, Bigand registra 971 mm, Rosario 854 mm y Montes de Oca 825 mm, mientras que, en el sudeste cordobés, Laboulaye marca 718 mm y Bell Ville 676 mm.”

Por otra parte, narran que hace un año, la sequía golpeaba fuerte: es que el 8% de los cuadros trilleros, consignan, estaba en condición regular y apenas un 3% en excelente. Hoy, de 1,6 millones de hectáreas implantadas, solo el 1% muestra signos regulares, un 7% está en buen estado y un contundente 93% se ubica entre muy bueno y excelente. El 60% del área cuenta con reservas de agua adecuadas a óptimas, aunque hacia el oeste comienzan a notarse perfiles más ajustados. Con el 94% de los lotes en pleno macollaje, el cereal atraviesa una etapa de baja demanda hídrica. Los pronósticos de nuevas lluvias para la próxima semana refuerzan el panorama favorable, aunque productores ya advierten la aparición de enfermedades en algunas zonas del sudeste cordobés.

Girasol: leve expansión y mejores márgenes que la soja
En este marco comunican que el girasol mantiene su tendencia de crecimiento en la región núcleo, especialmente en tierras marginales. Si bien no se espera un salto significativo de superficie en esta campaña —debido al escenario húmedo y a la presión de enfermedades que ello conlleva—, se proyecta un aumento del área sembrada entre 2 y 3% respecto al ciclo anterior.
Más allá de la superficie, lo que fortalece al cultivo es su ecuación económica: en campo propio deja una renta de 212 dólares por hectárea, con rindes promedio de 22 quintales y bonificación por materia grasa. En campos alquilados, el margen baja a 31 dólares por hectárea, pero sigue siendo positivo. La soja, en cambio, muestra un margen neto de 180 dólares en campo propio con rindes de hasta 30 quintales, pero arroja pérdidas de 9 dólares por hectárea en campo alquilado, considerando un alquiler equivalente a 10 quintales.
