El NOA es prácticamente la única región donde la superficie cultivada de soja registra un aumento en la campaña 2016/17 respecto al año anterior. Tomando las 800 mil hectáreas de la campaña 2015/16 y la actual, el aumento efectivo fue de 18 por ciento, mientras en casi todo el país los datos arrojan una reducción.
Puntualmente, en la región Núcleo Norte se están realizando aplicaciones preventivas con fungicidas. Hacia el Núcleo Sur se prevén mermas de rinde en sectores de relieves bajos, que podrían ser compensadas con elevadas productividades previstas para ambientes de loma y media loma.
Esta merma interanual se debe al incremento del área destinada a otros cultivos de verano, pero también al abandono de lotes que no pudieron ser implantados debido a inundaciones o sequía en diferentes sectores de la región agrícola.
Sobre la superficie efectivamente sembrada, se estima que un 80% de la misma corresponde a siembra de primera y el área remanente son lotes de segunda concentrados en su mayoría sobre el centro de la región agrícola.
Pese a las dispares condiciones ambientales relevadas durante las últimas semanas (excesos hídricos o sequía) el 80% de la soja de primera y un 76% de la soja de segunda, mantienen una condición de cultivo favorable. Bajo este escenario la proyección de producción nacional ascendería a 53,5 millones de toneladas al cierre de campaña, de acuerdo a un informe publicado por Agronoa.
El buen tiempo continúa favoreciendo la recuperación de áreas afectadas por excesos hídricos sobre el centro de la región agrícola nacional, mientras que en el sur de la misma se registraron lluvias de variable intensidad que, sin ser aun suficientes, comienzan a revertir el déficit hídrico que afecta el sur bonaerense. El cultivo transita etapas críticas para la definición de rendimientos, bajo favorables condiciones hídricas en la mayor parte del área implantada (Noticias AgroPecuarias).