El titular de la Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas, Roberto Domenech se refirió al conflicto que vive Brasil por estos días. Una veintena de frigoríficos que comercializan carnes de todo tipo están salpicados por maniobras ilegales y se los acusa de pagar sobornos a quienes realizan los controles sanitarios para permitir el ingreso al circuito comercial de carne en mal estado de conservación o adulterada.
En diálogo con Agrolink, Domenech aseguró que dicha situación "no tiene un impacto directo con la industria avícola en el mercado interno, ya que Argentina no es importadora de pollo en una cantidad importante desde Brasil como para que esto genere un proceso de desconfianza".
Agregó que si bien "tenemos algunas empresas que hacen productos derivados como milanesas o patitas usando pechuga de pollo de Brasil, no creo que impacte en el mercado argentino porque están los análisis de ingreso que hace el Senasa y los que hacen las empresas que también son muy rigurosos"
Lo que deben saber los consumidores
El titular de CEPA, detalló que "asi como el cerdo no tiene una marca, el pollo tampoco la tiene. En los negocios de cercanía hay una costumbre de sacarle al pollo la bolsa y lo exponen en fresco, sin marca. Eso es una ilegalidad pero se convirtió en un habito natural. Lo cierto es que hay que tener en cuenta que nuestro país faena mas de 3 millones 300 mil pollos por día y los trabajos se realizan con absoluta responsabilidad.
"El problema esta instalado en el Servicio de Sanidad de Brasil. Lo más grave que van a tener que resolver es cómo reconstruir la confianza; eso es un proceso que lleva años, aunque destruirla ocurra en sólo un momento: revertir eso a nivel mundial les va a costar mucho tiempo y dinero".
Negociaciones Mercosur - Unión Europea
En este sentido, lo que ocurre con el servicio sanitario de un país sin dudas salpica al resto. Ahora cuando uno envíe carne a otro país se van a buscar cosas imposibles de encontrar y eso siempre complica las negociaciones.
En el caso de la relación Mercosur - UE, este escándalo va a pegar sin dudas. En estos días se realizaron varios encuentros para avanzar en materia comercial y para el pollo, Unión Europea ofreció comprar una cantidad muy baja, que oscila las 70 mil toneladas. Eso es irrisorio porque con el crecimiento demográfico que tiene Europa, nosotros estimábamos ofrecer cuatro veces más, es decir 280 mil toneladas. Sin dudas lo que pasó en Brasil tiene una relación directa con lo que se habló en esta negociación que lleva años.