A los ya conocidos roces entre el Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile y el Secretario de Agricultura Ricardo Negri, en las últimas semanas crecieron las especulaciones sobre el posible alejamiento de Buryaile, porque sería número puesto para competir en las elecciones legislativas de octubre como candidato a senador de Cambiemos por Formosa, paso previo para lograr su gran objetivo político: la gobernación de su provincia. Ante este escenario surgen rumores respecto de la danza de nombres que podrían ocupar su cargo en el edificio de Paseo Colón 982. Habría varios aspirantes al puesto, y hasta se ha escuchado con fuerza desde un comienzo el nombre de Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina, quién se sabe tiene buen diálogo con la Casa Rosada.
Hasta tanto no se confirmen las listas oficiales para los próximos comicios, el Ministro Buryaile no pierde el tiempo y sigue rodeándose de personas de su confianza en la cartera agropecuaria. Primero fue la incorporación de María Beatriz “Pilu” Giraudo, ex presidenta de AAPRESID, como Coordinadora del Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable, luego fue el turno de Ernesto Ambrosetti, ex Economista en Jefe de la Rural, quien será el encargado de administrar los 1700 millones de pesos del Fondo Fiduciario de Agroindustria (Fondagro), con destino a mejorar la competitividad, sanidad y capital de trabajo de las actividades productivas en todo el país. Además, recientemente sumó a su ex colega y amigo Juan Casañas, actual diputado nacional por Tucumán, como responsable del programa Cambio Rural, que maneja más de 400 millones de pesos para beneficiar el desarrollo de pequeños y medianos productores.
Sin dudas, estos nombramientos son una forma de blindar su gestión dentro de una estructura política y técnica que le fue desfavorable desde el inicio.
Pero si de internas se trata, ya no son sólo un problema dentro de los despachos públicos, sino también en algunas entidades gremiales del campo. El caso más notorio es el de la Sociedad Rural Argentina. En la institución de la calle Florida 460 los problemas de cartel ya están instalados desde hace varios meses. Según trascendió el diálogo entre el presidente de la entidad, Luis Miguel Etchevehere, y el vicepresidente, Daniel Pelegrina estaría cortado desde hace tiempo. Los desaires del número 1 al número 2 de la Rural ya serían moneda corriente. El poder se centraliza cada vez más en el propio Etchevehere y su círculo íntimo, integrado por Nicolás Pino (vicepresidente segundo) y Abel Guerrieri (Secretario). Con un margen acotado de acción, Pelegrina apenas se estaría ocupando de temas menos relevantes en la agenda institucional y política de la entidad. La situación pareciera no descomprimirse y encima Etchevehere concluye su tercer mandato recién en octubre de 2018.
En este contexto, ya se han anotado varios aspirantes en la lista para suceder al actual titular de la Rural. Hay un dirigente dentro de la entidad -un verdadero as de las relaciones públicas- que se encuentra en pleno ascenso y se sabe aspira a llegar a lo más alto dentro de la gremial agropecuaria. Justamente ese dirigente y empresario también tiene línea directa con el presidente de la Nación Mauricio Macri. Prueba de ello fue su destacada participación en la reciente gira oficial del Jefe de Estado a Holanda, donde se negociaron diversos acuerdos para ingresar con nuestros productos a la Unión Europea, ya que el puerto de Róterdam representa la puerta de entrada al "viejo continente". Sus vínculos con el Poder lo han posicionado en un inmejorable lugar en la consideración de los principales armadores políticos del Gobierno. En este sentido, el dirigente habría sido tentado para integrar los primeros lugares de las listas de candidatos oficiales en las próximas elecciones legislativas.
En medio de las complicaciones climáticas que sufren varias zonas productivas de nuestro país, que ponen en jaque las expectativas de lograr una cosecha récord cercana a las 130 millones de toneladas, los problemas sin resolución como la crisis lechera (particularmente el caso de Sancor) y de muchas economías regionales, que no levantan cabeza por los altos costos logísticos y el atraso cambiario, queda claro que las internas están instaladas en la vida institucional de varias entidades y empresas del agro y ya no son una cuestión exclusiva de los funcionarios públicos.
Darío Guardado
Periodista Agropecuario
Twitter: @darioguardado79 - Mail: [email protected]
