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"La crisis eterna", Por Mariana Mío, productora tambera de la provincia de Córdoba

En la Argentina hay un total de 9000 tambos según la Subsecretaría de Lechería y 3250 en la provincia de Córdoba. En este último año se cerraron un 15% de los establecimientos y más del 50% está en riesgo de cierre por la emergencia financiera que se está...

En la Argentina hay un total de 9000 tambos según la Subsecretaría de Lechería y 3250 en la provincia de Córdoba. En este último año se cerraron un 15% de los establecimientos y más del 50% está en riesgo de cierre por la emergencia financiera que se está atravesando.

Los productores están viviendo hace décadas la crisis del sector, interrogándose si es el final o el principio. Mientras tanto, desde el gobierno nacional diagnostican un buen futuro; futuro que no ha llegado en el año y tres meses de gestión, en los que se ha avanzado en la transparencia de algunos eslabones de la cadena. Pero no alcanza, menos cuando el sector gremialista empeora la situación sobre todo de las pequeñas empresas lácteas.

El gobierno de Córdoba se ha comprometido en diversas oportunidades a salvar cada uno de los tambos de la provincia, pero aun no han presentado un plan estructural ni medidas adecuadas para el salvataje que el productor necesita, solo medidas coyunturales que no pasan del alimento balanceado que se les entrega a algunos productores en situación de emergencia.

Las inundaciones de los últimos años han empeorado aun más la situación ya que el área que se vio afectada corresponde a los campos productivos de la provincia, parte de la cuenca lechera de la Argentina, sin embargo el gobierno provincial se ha tomado "un tiempo" para comenzar a resolver la situación relatada ya que el productor debió enfrentar 8 inundaciones en tres años.

Si bien es cierto que hubo períodos excepcionales como el que atravesamos, con promedios de milimetrajes muy por encima de lo normal y con una situación que ya trae de arrastre niveles freáticos complicados, no hay que dejar de lado que la situación más grave fueron las faltas de obras existentes en la zona rural, que aporta con el impuesto inmobiliario de unas 8 millones de hectáreas productivas unos 1920 millones de pesos. Sin embargo el estado provincial ha gastado en publicidad y propaganda $604 millones, cuando la mejor propaganda debiera ser que Córdoba fuera productiva. Con esas medidas no se va a lograr pintar Córdoba de verde.

Es tiempo que los funcionarios pongan todo su esfuerzo en lograr una mejor calidad de vida de los productores lácteos ya que solo han conseguido la extinción de los mismos.