El dólar sube, las tarifas crecen y los costos para el transporte de cargas no son ajenos: en abril treparon un 1.28% como consecuencia del contundente aumento del combustible. Estos valores preocupan al sector porque es cada vez más difícil poner en movimiento a los camiones y defender la competitividad de las empresas que contribuyen a una actividad crucial para la economía nacional. Así lo señaló la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), a partir de su Índice de Costos mensual.
Con el registro de abril, el Índice presenta un alza acumulada de 10 % en el primer cuatrimestre de 2018, y de 27.9% en los últimos doce meses. Tras el notorio incremento de marzo, que rozó el 4%, en abril transportar mercadería por carretera volvió a demandar más presupuesto de parte de los empresarios de todo el país, principalmente por el aumento del combustible, que fue del 3.21%.
Este insumo fundamental para el sector lleva una crecida acumulada del 11.5% en el transcurso del año y de 27.7% desde la desregulación del mercado de hidrocarburos anunciada a partir del 1 de octubre de 2017. En el marco de este esquema, se proyecta un marcado aumento del combustible en el corto plazo dada la acelerada devaluación del peso y la suba de los precios de internacionales del petróleo en el transcurso del mes pasado.
En ese marco, Argentina todavía mantiene los precios del gas-oil en dólares más altos de la región con excepción de Uruguay, con una diferencia de casi 12 % respecto a Brasil y de más de 20 % en relación a Chile.
Según el Índice de abril, los neumáticos también marcaron una crecida, que fue del 2.75%, mientras que la suba del 0.34% en concepto de personal responde al impacto de la asignación extraordinaria no remunerativa rubricada a fin del mes analizado. El costo financiero subió un 1.21%, mientras el resto de los rubros no sufrió modificaciones respecto de marzo.
El estudio, realizado por el Departamento de Estudios Tributarios de FADEEAC, mide 11 rubros que impactan directamente en los costos de las empresas de transporte de cargas de todo el país, y es referencia en buena medida para la fijación o ajuste de las tarifas del sector.
Estas subas, que fueron constantes y cada vez más preocupantes, se traducen en la continuidad de fuertes ajustes en los costos de la actividad, una situación que redobla la presión sobre el transporte de cargas.