Un informe elaborado por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) confirma que, si bien las lluvias ocurridas en abril fueron fundamentales para fortalecer las intenciones de siembra de trigo, este panorama no ha sido parejo en toda la región pampeana y, menos, en Córdoba.
Un reciente mapa elaborado por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) muestra, por ejemplo, que las reservas de agua en los suelos son óptimas en el sudeste provincial, pero escasas en el centro-norte y sur.
El dato aportado ahora por la GEA, en base a modelos de agua en suelo, es que sólo el 37 por ciento de la provincia recuperó humedad suficiente para avanzar con las implantaciones de trigo. Este valor es inferior al 55 por ciento en Santa Fe, 61 por ciento en Buenos Aires y casi todo el territorio en Entre Ríos.
Por zonas
En concreto, el panorama va de mejor a peor a medida que la lupa se traslada desde el este hacia el oeste de Córdoba.
"En los departamentos del este, la recuperación hídrica de los perfiles ha sido muy importante. Los valores de lluvias de abril estuvieron entre 150 y 170 milímetros. Pero el contraste de situaciones es muy amplio. Gran parte de la franja oeste está en el orden de los 50 milímetros y las posibilidades de hacer allí trigo están muy comprometidas. Al norte de la provincia tampoco le ha ido mejor, la falta de agua sigue marcándose aunque la mejora respecto a hace un mes es considerable", indica la GEA en su reporte.
Y agrega: "La Pampa es otra provincia que llega casi sin aliento para plantear el trigo en el nuevo ciclo. El contraste con el año pasado no puede ser mayor; para esta época, los excesos hídricos planteaban enormes desafíos para la cosecha y el traslado de la mercadería".
Lo bueno, según la entidad rosarina, es que aún hay margen para que las lluvias sigan recuperándose, debido a que en toda la región pampeana la ventana de siembra abarca desde mitad de mayo hasta la última semana de agosto.
Siembra en alza
En general, la GEA espera que la zona núcleo marque su mejor siembra de trigo en 20 años: estima que el área podría llegar a 1,3 millones de hectáreas, 200 mil más que en la última campaña.
"Hasta hace un mes atrás, faltando todavía más de 150 mm para restablecer las condiciones de humedad del suelo, el trigo se posaba sobre la cuerda floja. Pero las lluvias de abril y el precio del cereal avivaron las esperanzas. La necesidad financiera que dejó la campaña gruesa y la mantención de las rotaciones suman al interés triguero", fundamenta en su informe semanal para la zona núcleo.