La comunidad de Monte Carmelo, con conformación mayoritaria de la etnia toba, quedó dividida por el desastre del Pilcomayo. Tras la bajante de las aguas, el cacique Filimón Toledo regresó al poblado ribereño con 84 familias, mientras que las otras 10 que integraban esa comunidad se reubicaron con el cacique Francisco Gómez en un sitio más alto, ubicado sobre el camino a las Dos Torres (La Puntana).
Según informó el Ministerio de Asuntos Indígenas, desde la semana entrante el grupo encabezado por el cacique Gómez empezará a recibir los materiales y herramientas con las que se construirán allí las nuevas viviendas.
Mientras tanto, en el núcleo costero de Monte Carmelo, que cuenta con servicios básicos, viviendas sociales, una escuela y un centro de salud ejecutados con recursos del Fondo de Reparación Histórica (FRH), equipos de la Secretaría de Recursos Hídricos avanzan en la construcción de uno de los anillos de protección proyectados desde Hito 1 hasta Santa María.
Según precisó el titular del organismo, Oscar Dean, los terraplenes compactados tienen un 80% de avance. Las máquinas y equipos pesados que trabajan en el lugar ya movieron cerca de 20.000 metros cúbicos de suelos. En esa comunidad, algunos espacios habitados quedaron cubiertos con hasta 90 centímetros de lodo después de la evacuación masiva de la primera semana de febrero. El anillo tiene un perímetro de 3,2 kilómetros y una altura promedio de 2,5 metros.
Entre el lunes y martes, llegarán desde Buenos Aires equipos de transporte con mesas, cocinas y otros artículos del hogar para las 84 familias que regresaron al poblado ribereño.
Las obras de defensa
Además del anillo de protección que se ejecuta en Monte Carmelo, están previstos similares terraplenes de contención en las comunidades ribereñas de La Puntana, Santa María y San Luis.
A la par de los anillados se proyectaron obras de defensa marginales en los 20 kilómetros de costa que tiene el río Pilcomayo desde Hito 1 hasta Santa María.
Los trabajos se ejecutarán con 18 equipos que licitó la Secretaría de Obras Públicas de la Provincia. El paquete de máquinas, camiones y equipos especiales que se adquirirá con un presupuesto cercano a los $55 millones incluye retroexcavadoras sobre orugas y excavadoras ANFIBIAs como las que se utilizaron para construir los canales complementarios del proyecto Pantalón en la margen paraguaya del Pilcomayo. También se destacan dos bombas con capacidad para evacuar hasta 3 millones de litros de agua por hora y que operan conectadas a tractores mediante tomas de fuerza.
Una comisión evaluadora analiza las ofertas que presentaron diez empresas.
Con los equipos licitados, el Gobierno provincial espera ejecutar los trabajos de defensa, en varios frentes simultáneos, a partir del próximo mes.
Al respecto, Dean detalló que en La Puntana se construirá un anillo de protección que tiene previsto un movimiento de suelos de aproximadamente 12.700 metros cúbicos.
En Santa María los terraplenes de contención están proyectados en dos tramos. Durante el primero se moverán alrededor de 6.200 metros cúbicos de suelos y en el segundo, otros 13.000 metros cúbicos.
En el anillo que se ejecutará en la comunidad de San Luis, para protegerla de los desbordes del Pilcomayo, se moverán unos 15.000 metros cúbicos de tierra, según las previsiones técnicas.
Con la adquisición de las máquinas, la Provincia reduciría el gasto en las obras a la mitad y ampliará la capacidad de respuesta técnica ante emergencias. Estas exigen estar siempre lo mejor preparadas que sea posible porque, como bien remarcó la ministra Edith Cruz, "los desastres naturales llegan sin pedir permiso".
En Misión La Paz
Entre las obras proyectadas en Santa Victoria Este, se cuenta un cordón de defensa marginal de 2.200 metros que se ejecutará en Misión La Paz. Para estos trabajos, que ya fueron adjudicados y están próximos a iniciarse, la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y la Provincia suscribieron un convenio de financiación por más de $105 millones.