La suba del dólar, que tocó los $42 el último viernes, ya tiene su primera repercusión en el mercado: Axion aumentó este sábado un 8 por ciento sus combustibles y se esperan incrementos en el resto de las petroleras.
El incremento en los precios de los combustibles responde a la suba en la cotización internacional del petroleo y la devaluación del peso frente al dólar. En rigor, se esperaban aumentos entre el 3 y 4 por ciento, aunque la noticia de que la moneda extranjera cerró septiembre con un alza del 10,2 por ciento provocó un impacto aún mayor.
Axion decidió incrementar un 8,8% la nafta súper, mientras que lapremium subió un 7,6 por ciento. En tanto el diésel saltó un 7,9 por ciento y el premium, 6,5 por ciento.
En este escenario de incrementos, la Súper en la Capital Federal llegó a $36,74; la Premium a $43,57; el Gasoil Grado 2 a $32,98 y el grado 3 a $38,98.
Aunque desde la firma no lo confirmaron, YPF aumentaría sus combustibles a partir del lunes, en un porcentaje similar al de Axion. "Es una posibilidad pero no se definió todavía", explicaron desde la petrolera nacional. Lo mismo ocurriría con Shell.
A principios de septiembre las firmas petroleras aumentaron sus combustibles un 12 por ciento. La medida respondía a tres factores: la devaluación, cambios en el impuesto y el aumento de los biocombustibles. Si se suma el 8 por ciento de este sábado, ya es un 20% en menos de un mes. Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) mostraron preocupación por esta situación.
El viernes, el secretario de Energía, Javier Iguacel, sostuvo que están trabajando en una lista testigo de precios de referencia o "precios indicativos". Sin embargo, el funcionario dejó una frase que generó cierta incertidumbre. “En términos reales, los combustibles argentinos están hoy más baratos que en toda su historia -o por lo menos de los últimos 20 años-, y mucho más que en la región, pero hay un margen para discutir competitividad“, manifestó en diálogo con radio La Red. El incremento de los valores de las naftas repercute directamente en el precio de otros bienes de consumo, por lo que el Gobierno mira con preocupación la situación.