El precio del trigo durante la semana cayó en las principales plazas del mundo, aunque en el mercado local la baja fue más moderada que en el mercado externo de referencia. En CME Group, el futuro más cercano de trigo duro de invierno o Trigo Kansas cayó un 5% semanal al día jueves hasta US$ 178,8/t, en tanto que en MATba la pérdida para el futuro más cercano (que expira en noviembre) con entrega en Rosario fue del 1% hasta 181/t. El contrato local con vencimiento en diciembre, en tanto, ajustó el jueves a US$ 177,7 en tanto que por la descarga en enero el precio asciende a US$ 183,8/t.
El relativo sostén de las cotizaciones locales se sustenta, por un lado, en el escueto nivel de inventarios de trigo con el que se cerraría la campaña actual y, por el otro, en los recortes en la expectativa de producción a raíz de los daños por déficit hídrico, granizo y heladas tardías. Según reportó GEA la semana pasada, en la zona núcleo ya se descontaron 200.000 toneladas a la expectativa de producción.
En tanto, en estos últimos días, las temperaturas frescas prevalecientes en la región evitan que el grano se arrebate y actúa como contrapeso a la aparición de la enfermedad de la espiga, o fusarium. En tanto, las lluvias acumuladas en los últimos 10 días brindaron un alivio parcial al cultivo. Estas precipitaciones en la fase de llenado de granos son necesarias para completar el proceso de manera óptima, pero a esta altura no consiguen mejorar sustancialmente el rinde dado que el número final de granos ya fue fijado. Por otro lado, si las condiciones virasen repentinamente hacia una alta humedad, ello favorecería la prevalencia de enfermedades.
Para la zona núcleo, los pronósticos anuncian acumulados promedios de 15 a 20 mm aunque, de manera puntual, esos registros podrían llegar a superarse. En cuanto a las temperaturas, se espera que se presenten en aumento con el transcurso de la semana, con valores que lentamente se irán acomodando a marcas cercanas a los niveles normales para la época del año.
En tanto, en el norte del país las cosechadoras avanzan con una mejora de los resultados obtenidos. Según la bolsa de Santa Fe, los primeros rindes en los departamentos del norte de la provincia alcanzaron promedios mínimos de 16 a 18 qq/ha y máximos de 29 a 31 qq/ha. Mientras tanto, en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires, los trigos están encañando bajo buenas condiciones generales.
En relación a las proyecciones globales de oferta y demanda de la nueva campaña, es interesante observar las cifras publicadas recientemente por la Global Agricultural Information Network (Red de Información Agrícola Global, o GAIN por sus siglas en inglés) dependiente del Departamento de Agrícola en EEUU, ya que si bien pueden diferir de las que finalmente publique dicho organismo en su próximo informe mensual el 08 de noviembre, de gran impacto sobre los precios del mercado, sí son utilizadas como input fundamental para su formulación. De acuerdo al mismo, la producción 2018/19 de trigo en Argentina se estima en 19,5 Mt (incluyendo el proporcional de harina), ajustándolo en relación a su informe anterior a causa del déficit de humedad que afectó el sureste de Córdoba y el suroeste de Santa Fe, al que se le sumó a principios de octubre daños por granizo y heladas.
A su vez, las exportaciones grano equivalente totales se proyectan en 13,6 Mt. Este número resulta 600.000 toneladas inferior al que publicó oficialmente el USDA en su último informe mensual, como consecuencia del ajustado nivel de inventarios con el que se arrancaría la nueva campaña. Sin embargo, incluso con esta corrección a la baja en la demanda para exportación las ventas al exterior aún resultan 1,4 Mt superiores a las de la campaña anterior manteniendo la relación stock/consumo estable en el 5%.
Como mencionásemos, además del ajuste en las perspectivas de producción el bajo nivel de stocks de grano con el que se va cerrando la campaña actual limita las correcciones bajistas de precio. Según informa la Secretaría de Agroindustria, el stock de grano en acopios, plantas industriales y elevadores terminales de granos al 30 de septiembre sumaba apenas 1,4 millones de toneladas, el volumen más bajo para esta altura del año en más de 15 años, sin considerar el período 2013-2014 cuando se interrumpió la publicación de datos.
En el mercado externo, en tanto, la caída más abrupta de los precios en la semana se debió principalmente a una revisión alcista sobre las proyecciones de exportaciones de trigo desde Rusia. Según la consultora rusa IKAR, estos despachos internacionales podrían ascender hasta 33 millones de toneladas, medio millón más de lo descontado previamente gracias a que la cosecha resultaría algo mejor a lo que se esperaba. Además, el ritmo de embarques entre julio y septiembre supera con creces las exportaciones para el mismo cuatrimestre del año en los cinco años anteriores lo cual, en el contezto de una producción más ajustada, siembra dudas por el abastecimiento desde el Mar Negro en la segunda parte de su campaña comercial, cuando debe entrar la cosecha argentina.
En lo que respecta al panorama global, recientemente el Consejo Internacional de Cereales actualizó sus proyecciones dando cuenta de una producción mundial 2018/19 de 729 millones de toneladas, 12 Mt por encima de lo esperado en el reporte del mes pasado. El ajuste se debe enteramente a un aumento en la cosecha esperada para China, de modo tal de igualar las estadísticas oficiales d este país.
Sin embargo, incluso con el mencionado ajuste la producción mundial de trigo en la nueva campaña resultaría un 5% menor a la producción 2017/18 y el menor volumen de los últimos cinco años. El consumo global, por su parte, se mantendría prácticamente invariable en relación al año anterior en 740 Mt, derivándose de ello un ajuste a la baja en los inventarios mundiales a 262 Mt, un 4,2% menos que el año anterior. Sin embargo, lo más grave es que el stock cae más en los principales países exportadores de trigo, haciendo temer por el abastecimiento mundial para el año próximo. En efecto, los inventarios combinados de Argentina, Australia, Canadá, Estados Unidos, Kazajistán, Rusia, Ucrania y la Unión Europea caerían un 21% anual a apenas 65 Mt, el volumen más bajo de los últimos 6 años