Las localidades de Lago Posadas, Los Antiguos y Perito Moreno están ubicadas en el noroeste de la provincia de Santa Cruz. Allí, productores de hongos comestibles se unieron en un Grupo de Abastecimiento Local (GAL) –una propuesta del programa ProHuerta, que llevan a cabo el INTA y el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación– para iniciarse en el cultivo de gírgolas, un producto muy versátil y de alto valor nutricional. Luego de cinco años de trabajo, se afianzan en la comercialización y crecen en conjunto.
Sobre eso dialogó con Palabra de Campo -por Radio 10- el comunicador del INTA, Pedro Ibáñez, que contó que es Santiago Arhancet, técnico de la agencia de extensión rural del INTA en Los Antiguos quien asesora a los productores y señala que la promoción del asociativismo es una de las ventajas del GAL.
“Este funcionamiento brinda la posibilidad de aumentar el volumen productivo, sin incurrir en gastos de mano de obra, para aquellos que quieren dar el primer paso hacia la generación de excedente para la comercialización”, explicó.
Lorena Miño, productora de gírgolas de Lago Posadas, comenta: “Nosotros arrancamos con poquitos troncos, 40 aproximadamente, para familiarizarnos con el cultivo, conocer la gírgola, probarla, cocinarla y realizar diferentes preparaciones; creo que esta es la manera para quien se inicia, arrancar con algo que se pueda manejar bien en muy poco tiempo”.
Lago Posadas está rodeado de montañas, lagos y ríos. La productora sostiene que es nuevo para muchos pensar que podemos degustar comidas con hongos sembrados en madera del lugar y que crecen en ese ambiente, y advierte que es un producto que, por calidad y origen, merece ser destacado en la vidriera.
Luego de un análisis económico de la actividad, este año se incentivó el cultivo de gírgolas en troncos. A partir de información local, han determinado que por cada U$S1 invertido para el cultivo de gírgolas sobre troncos se recupera U$S1.3. La estimación surge de la relación de la variable medida el producto del valor obtenido sobre la inversión inicial.
En línea con el estudio de rentabilidad, Miño decidió ampliar el cultivo de hongos para venta y quintuplicó la cantidad de troncos respecto del inicio. Sembró alrededor de 200 troncos. Según explicó, la idea es apuntar a un producto seco, de muy buena calidad, deshidratado y envasado en origen.