La tendencia del agro a la robotización y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para mejorar la producción ya es una realidad tangible en distintos procesos de la agricultura y la ganadería. Con la premisa de instalar dispositivos tecnológicos que permitan superar las distintas problemáticas que limitan la actividad por el impacto que tienen sobre el ambiente y el entorno comunitario, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Pergamino se convirtió en sede de la Sexta Jornada de Solución Agtech para aplicaciones en áreas sensibles, organizada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
La tecnología presentada a partir del trabajo colaborativo entre los sectores público y privado busca una solución para mejorar la calidad de aplicaciones de fitosanitarios, evitar la deriva o que esta sea mínima, poder medirla y expresarla en valores concretos y reducir el impacto ambiental.
Durante la presentación, el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jorge Solmi, aseguró que "esta jornada y el trabajo que se viene realizando con Agtech demuestra que hay tecnología argentina disponible para proteger el ambiente y armonizarlo con la producción".
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El funcionario destacó "el trabajo colaborativo entre el sector público y el privado" y señaló que "esto deja demostrado que el Ministerio no puede trabajar en soledad" y que "las políticas públicas se construyen profundizando el vínculo con las empresas y con el valioso aporte que realizan las Universidades Nacionales y los entes descentralizados como el INTA, el INASE y el Senasa".
Respecto a la herramienta presentada, Andrés Méndez –Director de Innovación Tecnológica y Buenas Prácticas del MAGyP– explicó que "ante la complejidad que presentan las aplicaciones periurbanas, hicimos un equipo que pudimos probar en Las Breñas, Chaco (donde se había sufrido la mayor deriva), con el que tuvimos una sola gota a 40 metros y otras tres a 10 metros, incluso cuando las condiciones climáticas eran adversas y se desaconsejaba la aplicación".
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El funcionario señaló que se trabajó "con el batalón cubierto para que con total seguridad de pueda evitar que una ráfaga imprevista se lleve alguna gota" y detalló que luego se agregó "un sistema de gota mayor a 300 micrones, como el que se usa en Australia, con menos posibilidades de deriva".
Asimismo, Méndez aseguró que "se incorporaron sensores y válvulas que permiten aplicar donde está la maleza, y no solo dónde está el rastrojo, sino también sobre el cultivo, con sensores que distinguen tonos de verde".
"Lo interesante de tener una maquinaria de estas características producida en la Argentina es que se adapta a las normativas de seguridad en maquinaria agrícola que establece nuestro país y en ese sentido, se está trabajando para generar un modelo dinámico que permita definir en cada caso las condiciones más adecuadas", indicó el funcionario.
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Por su parte, el director de la EEA INTA Pergamino, Ignacio Terrile agradeció al MAGyP "por haber elegido la Estación Experimental de Pergamino para hacer las demostraciones a campo" y aseguró que "en el corto plazo esta tecnología puede estar disponible para el productor".
"El punto principal del desarrollo del software es que la estación meteorológica maneja la operación y toma las decisiones, es decir que si hay inversión térmica, humedad limitante o viento, la estación ordena cortar la aplicación", precisó el especialista.
Fuente: INTA Informa