Dos tercios de la población de la provincia de Buenos Aires (PBA) vive en grandes ciudades: el gran Buenos Aires, La Plata y el Gran LP, Mar del Plata, Bahía Blanca.
Constituye un botín electoral codiciado tanto por el Frente de Todos como por Juntos por el Cambio.
El otro tercio
El resto de los bonaerenses habitan en las cabeceras de los partidos del interior de la provincia, en localidades de tamaño intermedio o directamente en el campo.
La conformación de las listas de diputados nacionales por PBA, 70 en total, está casi en su totalidad compuesta por representantes de los dos tercios urbanos. Honrosas excepciones aparte, ninguno de los partidos lleva en sus listas quien tenga presente los intereses del interior provincial. Peor sucede con los tres senadores, quienes, cualquiera sea su partido político, consistentemente trabaja para el poder central.
Veamos la riqueza que produce el interior, y qué sucede con ella:
Exportaciones de PBA 2020 - U$D 19.428 millones.
Exportaciones de PBA primer semestre 2021 - U$D 12.555 millones.
Fuente: INDEC. “Comercio exterior, Vol. 5, n° 5, Origen provincial de las exportaciones, Año 2020”; “Comercio exterior, Vol. 5, n° 15, Origen provincial de las exportaciones, Primer semestre de 2021”.
De esos montos, más del 70% proviene de exportaciones agropecuarias o industrialización de las mismas (ej.: tortas de soja o aceites de oleaginosas, carnes, granos, pescado).
De ese dinero, la mitad quedó en poder del BCRA por el simple procedimiento de cambiar los dólares a mitad de precio. De cada dólar exportado, cincuenta centavos quedan para el que produce el bien y cincuenta centavos para el BCRA. En términos actuales, comprar a $ 100, lo que vale $ 200. Así el poder central se quedó con U$D 6,278 millones propiedad de las familias y empresas de los bonaerenses, sólo entre enero y junio 2021. Dos tercios de esa suma debería pertenecer al interior de la provincia.
El daño se extiende más allá de los montos substraídos. Porque el dinero que queda en manos del poder central no se invierte ni consume, no genera más empleo. Ésta es la verdadera razón por la cual hace 10 años que Argentina no crece.
A esta exacción perpetrada por el BCRA, el cual actúa en los hechos como un organismo paralelo de recaudación, se suman los derechos de exportación, más los demás impuestos.
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Intervención de la Provincia de Buenos Aires
Para garantizar el mantenimiento del status quo, esto es, que el gobierno central se quede con la gran parte de la riqueza producida en el interior del país y por lo tanto, en el interior de la provincia de Buenos Aires, requiere de un soporte político sólido.
El mismo es brindado por los 70 diputados nacionales que designa la provincia junto a sus 3 senadores nacionales; y por el mismo gobernador. Todos ellos en lugar de defender los intereses provinciales, defienden los del poder central y garantizan su continuidad, aún a costa de generar perjuicio a los bonaerenses.
Controlar la gobernación permite designar quienes integran la lista de candidatos al Congreso Nacional.
Esto ha sucedido con Scioli, Vidal y Kicillof.
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En el caso de Kicillof su lealtad para con el poder central se hizo pública en numerosas ocasiones.
Nunca se quejó del desdoblamiento cambiario ni del bajo valor del dólar exportador. Esto es, nunca defendió los intereses de los bonaerenses en tanto y en cuanto queda en el BCRA la mitad de la riqueza producida y exportada. Sólo en un semestre la provincia perdió más de seis mil millones de dólares que pertenecen a empresas, familias y al fisco provincial.
Tampoco defendió los intereses de los productores agropecuarios ante el abuso que significa la intervención de hecho de los mercados de trigo y maíz.
Peor aún fue la encendida defensa de la suspensión de exportaciones de carne por parte del Gobernador Kicillof una semana antes de las PASO. La tradición ganadera de la Provincia de Buenos Aires se remonta a los tiempos de la Colonia. Sin embargo, acá estamos, con un representante del poder central al frente de la gobernación que pretende defender lo indefendible.
Los 70 diputados nacionales de PBA, el 27% de la cámara baja, son el pilar que sostiene este régimen que vive a costa del campo. Tener intervenida la provincia le da continuidad al actual estado de cosas.
Totalmente diferente sería nuestra realidad si estas 70 personas fueran fieles a sus mandantes, los bonaerenses. Dar vuelta esto es la clave para salir de 10 años de retroceso económico y retomar la senda del crecimiento, el pleno empleo, la inversión y la prosperidad.