Desafíos para el mercado mundial
La industria del aceite de soja se enfrenta a desafíos significativos debido a la crisis productiva en Argentina y al creciente consumo interno en Estados Unidos y Brasil. Aunque Estados Unidos y Brasil están aumentando su procesamiento de soja, compensando parcialmente la disminución en Argentina, ambos países están experimentando una mayor demanda interna que limita las exportaciones de aceite. Sin embargo, a nivel mundial, el aumento en la producción de oleaginosas está compensando la menor oferta de aceite de soja.
Estados Unidos y Brasil han experimentado un crecimiento constante en la molienda de soja, con Brasil acortando la brecha con Estados Unidos en términos de procesamiento. Se espera que Brasil alcance una cosecha récord de 155 millones de toneladas en la campaña 2022/23, lo que le proporciona un suministro abundante para satisfacer la demanda interna y exportar grandes volúmenes.
Por otro lado, Argentina ha perdido terreno en la industrialización de la soja debido a la disminución del área cultivada y la menor producción, impulsada por el aumento del maíz. La sequía histórica en la última campaña también ha afectado la producción de soja en Argentina. A pesar de las importaciones récord de soja desde Brasil y Paraguay, se espera que el procesamiento en Argentina sea el más bajo en dos décadas. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) aún no ha ajustado por completo sus proyecciones, pero se estima que el procesamiento en Argentina sea de alrededor de 27 millones de toneladas.
A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos y Brasil, no podrán compensar completamente la menor oferta de Argentina. Se espera una contracción en el comercio mundial de aceite de soja, con una disminución de las exportaciones estimada entre el 11% y el 22%. Esta reducción tendrá un impacto en el comercio global, considerando que Argentina representa aproximadamente el 50% del mercado mundial de aceite de soja.
Las exportaciones mundiales de aceite de soja están experimentando una fuerte caída, y se espera que alcancen mínimos históricos en el comercio global de aceites. Esto se debe a la disminución de los envíos desde Estados Unidos y Argentina hacia destinos clave en Asia, África y las Américas, aunque ha habido un ligero aumento en los envíos de otros países, incluido Brasil.
El precio del aceite de soja ha disminuido a mínimos desde 2021, lo cual se atribuye, en parte, a los movimientos de los fondos de inversión que han desarmado posiciones rápidamente. Aunque los precios siguen siendo más altos que en los años anteriores a 2020/21, preocupa la actual tendencia a la baja.
En cuanto a la oferta y la demanda, se espera que la producción mundial de aceites aumente, lo que permitirá satisfacer la demanda. Se proyecta un crecimiento en la producción de aceite de palma, colza/canola y girasol, lo que compensará la menor oferta de aceite de soja.
La crisis productiva en Argentina y el aumento del consumo interno en Estados Unidos y Brasil presentan desafíos al mercado global del aceite de soja. Aunque se espera un crecimiento en la producción mundial de aceites, la contracción en el comercio de aceite de soja tendrá un impacto significativo.